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    Lazukkarera, nuevo espacio para MICE del Grupo Abades en Granada

    Granada cuenta con un nuevo centro de organización de eventos. Lazukkarera, del Grupo Abadse, se encargará de acoger grandes eventos nacionales e internacionales. Son muchos clientes corporativos y agencias MICE (reuniones, incentivos, congresos y eventos) que ya se han interesado en el nuevo espacio granadino.

    La ciudad de Granada sigue escalando puestos en el mercado nacional en la organización de este tipo de eventos y no cuenta con espacios de gran capacidad que pueda acoger las cenas de galas de los congresos, por ejemplo.

    Lazukkarera se convierte, de esta manera, en una magnifica solución a esta necesidad.Un espacio que se adapta a todas las necesidades que pueda demandar el evento del cliente, ya que junto a las respuestas decorativas y técnicas que presenta, también ofrece una superficie útil de 2.500 metros cuadrados. Esto permite una ocupación máxima de 2.500 personas en servicio de cóctel, en teatro para 2.000 asistentes y 1.680 o 1500 invitados para escuela o banquete, respectivamente.

    Los amplios aparcamientos tanto para autobuses como para vehículos privados y el fácil acceso gracias a la buena comunicación existente con la ciudad, se encuentra a cuatro minutos del palacio de congresos, es otro de los puntos fuertes que presenta Lazukkarera, ya que esetá situado en la Feria de Muestras de Armilla.

    Lazukkarera es la solución que ofrece Granada a las magníficas oportunidades en la organización de grandes eventos para el turismo MICE que se presentan con ocasión de la llegada del tren de alta velocidad (AVE) a la ciudad nazarí en 2019 por la que quedará perfectamente comunicada con el resto de país.

    Lazukkarera, la magia de un espacio industrial

    A raíz de la pérdida de influencia de España en Cuba en el siglo XIX, la industria azucarera con base en el cultivo de la remolacha empieza a asentarse en la Vega de Granada. Sus fértiles tierras van a permitir una potente fuente de abastecimiento para el resto del país. Llegando incluso a un tercio de la producción nacional a principios del siglo XX. Son muchas las compañías que se instalan en la provincia de Granada que, por otro lado, entran en competencia con la industrialización del norte de la península. En este contexto, la Sociedad Creus y Compañía crea el 28 de junio de 1895, la Fábrica de azúcar de Santa Juliana en Armilla (Granada). Años más tarde, en 1903, y tras una modificación de sus escrituras, se transformaría en la Sociedad General Azucarera de España.

    Para el desarrollo de la actividad, la sociedad se instala en un recinto del municipio de Armilla y muy próximo a la capital granadina. El recinto incluía silos para la fabricación y almacenaje del azúcar, viviendas y un acueducto que llevaba el agua a las poblaciones de Armilla, Churriana y Cúllar Vega. El espacio se construyó siguiendo los modelos de edificios industriales europeos del siglo XIX.

    Tras años de desarrollo y prosperidad industrial, el cambio de ciclo, hace que la industria azucarera comience un declive que terminará por cerrar la empresa y el edificio quede abandonado.

    En la segunda mitad del siglo XX, el espacio no perdería su condición de “servicio a la industria y al comercio” y de esta manera, primero gestionado por el Ayuntamiento de Amilla y después por la Diputación Provincial de Granada, el Ayuntamiento de Granada, la Junta de Andalucía, y la Cámara de Comercio e Industria de Granada, además del Ayuntamiento de Armilla, el recinto se convierte en sede de la feria de muestras de la provincia.

    Junto al cuerpo de fábrica, viviendas y acueducto, las nuevas necesidades del complejo demandarán la construcción de los pabellones números dos y tres, el edificio de oficinas de la Feria  y el Salón de Actos.

    Mención especial recibe la chimenea de la fábrica que se convierte en el icono del edificio y que se conserva de la primitiva industria azucarera.

    La naturaleza, el eje inspirador del nuevo espacio

    De todos los edificios que se conservan de la antigua fábrica de azúcar, es el pabellón 2, el que utilizará Lazukkarera para convertir en una experiencia única cualquier tipo de eventos.

    Para ello el equipo de arquitectura MFAU, se ha basado en un concepto que articule y recuerde el vínculo con la naturaleza. El edificio originalmente, estaba destinado a la transformación de productos agrícolas. Trazando un eje que une la naturaleza, el diseño industrial del siglo XIX y los nuevos conceptos del siglo XXI, del que el estadio olímpico de Pekín es un claro ejemplo, se llega a una solución en la que se busca que “el visitante se sienta bajo los árboles y perciba la luz filtrada por la celosía que construyen sus ramas”, según comenta Loles Raya, de MFAU.