La temporada turística evidencia la falta de cargadores en España

Por Henrik Bergman, director regional de Charge Amps en España y Portugal

©Charge Amps / Maria Cruseman

La temporada turística de 2022 ha recuperado cifras de visitantes cercanas a las de antes de la pandemia. La reactivación de las entradas por carretera ha sido clave, ya que el número de conductores llegados de los países europeos pasaron de 13 a 6 millones entre 2019 y 2021, según el INE. Sin embargo, los conductores de dichos países han cambiado sus preferencias y necesidades, y han apostado por la movilidad eléctrica y sostenible. No en vano, se trata de los estados con mayor implantación de los vehículos eléctricos, que ya suponen un 32,2% de la flota en Suecia, un 25% en Países Bajos, un 18,1% en Finlandia, un 16,4% en Dinamarca o un 13,5% en Alemania, según la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA).

Este cambio ha supuesto un reto para España y para su débil red de estaciones de carga para vehículos eléctricos. Actualmente, la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE) registra 12.000 puntos de recarga públicos disponibles en el país, una cifra insuficiente para hacer frete a las demandas de los visitantes más concienciados con el medio ambiente que han llegado en 2022.

A este factor hay que sumar la desigual distribución de los puntos de recarga entre las distintas comunidades autónomas. Cataluña se sitúa como líder muy destacada, seguida por la Comunidad Valenciana y Madrid. El resto de las autonomías se sitúan muy por detrás, un factor que les resta atractivo para ciertos visitantes. Los turistas planifican sus rutas según los puntos de recarga disponibles en su trayecto y han podido llegar a descartar regiones como el País Vasco, las Islas Baleares o Andalucía por no disponer de infraestructuras adecuadas.

La solución a dicha problemática ha llegado de la mano de los principales equipamientos turísticos del país. Después de un verano exitoso y clave para el turismo de España, los hoteles, campings, zonas comerciales, monumentos y atracciones turísticas deben prepararse para las siguientes temporadas de turismo álgido en el país, y adaptarse para recibir a los visitantes y cumplir con las nuevas exigencias.

Beneficios a corto y largo plazo

Para valorar la transcendencia de adaptarse es necesario tener en cuenta los beneficios a corto y a largo plazo que ofrece la instalación de estaciones de carga para vehículos eléctricos. Los equipamientos que ofrezcan cargadores de forma inmediata obtendrán un valor diferencial frente a la competencia de cara a la presente temporada, destacando especialmente en regiones con poca disponibilidad de cargadores. Al mismo tiempo, la llegada con vehículo eléctrico de larga autonomía implica un cierto nivel adquisitivo, ya que se trata de coches con un coste elevado.

A largo plazo, los hoteles, restaurantes o equipamientos de ocio que apuesten por la movilidad eléctrica estarán preparados para los requisitos legales que se están implementando a nivel tanto español como europeo. En primer lugar, cumplirán con la exigencia del Real Decreto-ley 19-2021, que exige la instalación de mínimo un punto de carga en todos los aparcamientos de más de 20 plazas, y otro por cada 40 plazas, antes de 2023. También se prepararán para cambio en las flotas de vehículos de alquiler, que transicionarán hacia la electrificación a lo largo de los próximos años, ofreciendo soluciones sostenibles a los turistas.  

Disponer de puntos de carga inteligentes permite cubrir las demandas de todos los visitantes, además de aportar valor añadido al alojamiento, restaurante o centro comercial que los instale. En hoteles, debe asumirse que la carga eléctrica será un servicio básico como lo ha llegado a ser, por ejemplo, la conexión Wi Fi para los visitantes. Aquellos agentes del sector turístico que preparen sus instalaciones para recibir a los visitantes tendrán una ventaja competitiva asegurada.

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