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    Solo el 17% de los ingresos turísticos por compras que registra España proceden de viajeros de alto poder adquisitivo

    Foto cedida por Global Blue

    Cuanto más se aleja un turista de su país de origen, más dinero gasta en el destino. De ahí que una de las claves para aumentar la rentabilidad del sector sea atraer a viajeros de larga distancia. En esta carrera, España todavía tiene camino por recorrer. De hecho, si nos fijamos en el tipo de viajeros que nos visitan, los de alto poder adquisitivo, que representan apenas el 1% del total, aportan únicamente el 17% de los ingresos por compras, cinco puntos menos que la media europea, según datos de Global Blue, primer operador internacional de tax free.

    Estos datos, hechos públicos hoy con motivo del Summit Shopping Tourism & Economy que se celebra estos días en Madrid, ponen de manifiesto que aunque en los últimos años España ha sido capaz de recortar posiciones con destinos competidores de compras hasta escalar al quinto puesto del ranking mundial, está aún lejos de tener una actividad turística lo suficientemente inyectiva, capaz de generar el rédito suficiente en términos de empleo, riqueza y uso de los recursos disponibles.

    De hecho, más de nueve de cada diez de los turistas que recibe responden al perfil de europeo poco acostumbrado a viajar –menos de tres viajes en los últimos dos años– que apenas se deja una media de 1.088 euros en poco más de una semana. Si tenemos en cuenta que de este viajero se obtienen el 65% de los ingresos turísticos, los datos evidencian que es necesario atraer a un perfil de viajeros que aporten más valor y que consideren la compra una parte imprescindible del viaje para aumentar la rentabilidad de su modelo.

    Esta orientación lleva a poner el foco en el turista de fuera de la UE. Y es que cuando viaja a Europa, un turista chino, por ejemplo, destina una media de 2.800 euros de su presupuesto del viaje sólo a las compras, lo que supone casi el triple de los 1.037 euros que gasta un británico –nuestro principal mercado emisor– en toda su estancia.

    En este camino por construir un modelo turístico de mayor rentabilidad, que no base su éxito sólo en el volumen de viajeros sino en el gasto per cápita, iniciativas como el Plan de Turismo de Compras de finales de 2014 promovido por la Secretaría de Estado de Comercio conjuntamente con la de Turismo o la mejora de la conectividad aérea con destinos estratégicos como Asia en estos dos últimos años demuestran la eficacia de potenciar un modelo que permita superar el escollo de la estacionalidad.

    De hecho, estas acciones, unida a otros factores como la reactivación de la economía china, han permitido acortar distancias y capitalizar la llegada de estos turistas de valor, que en lo que va de año han incrementado su gasto en España en un 30%. Además, en los próximos cinco años, su clase media se multiplicará por tres, lo que significa mayor volumen de visitantes y, por tanto, la necesidad de ser capaces de atraer muchos más de los cerca de medio millón de chinos que actualmente nos visitan en un mercado potencial de 1.400 millones.

    En opinión del chief operating officer de Global Blue Europa, Pier Francesco Nervini, “España ha conseguido escalar posiciones como destino de shopping, reduciendo sustancialmente su gap con la media europea, pero debe ser consciente de que si bien los ataques terroristas del pasado mes de agosto en Barcelona apenas están teniendo impacto en los turistas de compras, conflictos de naturaleza política como los que vive actualmente sí pueden pasar factura a corto plazo”.

    En este contexto, los datos de Global Blue muestran cómo Francia, siendo también el primer país del mundo en número de visitantes, con más de 84,5 millones de turistas, es también el país del mundo que mayor cuota de ingresos por compras de turistas extracomunitarios registra (22%, frente al 10% de España), lo que pone de manifiesto la rentabilidad de su modelo.