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Con la temporada estival a punto de echar el cierre, podemos decir que éste ha sido un verano de vuelta a la normalidad previa a la pandemia en lo que hace referencia al turismo. Una normalidad en la que se confirma que el turismo rural, lejos de ser una tendencia pasajera, se ha impuesto como opción de vacaciones superando las cifras prepandemia y registrando cifras elevadas de ocupación a lo largo de todo el verano con una media del 44% de alojamientos completos en julio y del 60% en agosto, según Escapadarural, plataforma digital de turismo rural española.
En los dos meses de verano, los datos de ocupación de los alojamientos rurales ha superado las cifras de 2019. En julio, la ocupación media fue 9 puntos superior (44% frente al 32%) y en agosto 8 puntos superior (60% frente al 52%).
A lo largo del verano, el período que ha registrado una mayor ocupación ha sido el comprendido entre el 12 y el 15 de agosto –un fin de semana largo con festivo en lune– en el que 7 de cada 10 alojamientos rurales colgaron el cartel de completo. En algunas comunidades como Asturias (81%), Cataluña (81%), Murcia (81%) y Navarra (80%) la ocupación fue superior, con más de 8 de cada 10 alojamientos llenos.
Asturias (72%), Cataluña (70%) y Navarra (70%) han sido las tres comunidades autónomas con mayores cifras de ocupación en el mes de agosto.
El turismo rural sigue siendo una de las principales opciones de los españoles para disfrutar de escapadas, puentes o vacaciones. Según el Observatorio del Turismo Rural, las principales motivaciones de 2022 para elegir un destino rural son la naturaleza (40%), la desconexión (23,8%) y el socializar con amigos y familia (14,1%).
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