El estudio Navigating the Next Decade of Air Travel de Bain & Company ofrece un análisis detallado sobre las perspectivas y desafíos a los que se enfrentará la industria de la aviación comercial hasta 2030.
Los datos estudiados por la consultora muestran una recuperación significativa postpandemia, con un crecimiento en la demanda de viajes aéreos que ha superado en 2024 los niveles de 2019, impulsada por el crecimiento de las clases medias en países en desarrollo, la expansión de aerolíneas de bajo coste y la mejora en la eficiencia de las aeronaves.
En cuanto a proyecciones de crecimiento, Bain & Company espera que los RPK (Revenue Passenger Kilometers, métrica clave utilizada para medir la demanda de transporte aéreo de pasajeros) crezcan a una tasa anual compuesta del 4,7 % hasta 2030, siempre que la economía global se estabilice y la oferta de aeronaves pueda satisfacer la demanda.
El análisis de Bain detalla que la producción y el mantenimiento de aeronaves se encuentran muy por debajo de la demanda actual. Las flotas antiguas continúan en servicio mucho más allá de su vida útil prevista debido a que las entregas de nuevos aviones no cubren las necesidades del mercado. A esta situación se añade un número récord de aeronaves inmovilizadas, pendientes de un mantenimiento que lleva retraso, lo que agrava aún más las limitaciones de capacidad del sector.
De acuerdo con Bain, las aerolíneas y sus proveedores se enfrentarán a varios desafíos, dependiendo de su ubicación geográfica, proveedores, clientes y combinación de flota. Este entorno beneficiará a algunos mientras planteará retos importantes para otros.
• Colectivos con potencial de capturar valor:
1-. Aeronaves de fuselaje estrecho (narrowbody): ganarán protagonismo para aerolíneas y proveedores, ya que la demanda se orienta hacia vuelos de corto alcance, domésticos y de ocio. Se encuentran menos afectadas por aranceles, son más baratas de operar y están mejor adaptadas al aumento del tráfico de aerolíneas de bajo coste.
2-. Proveedores no estadounidenses: obtienen una ventaja competitiva en precios debido al encarecimiento del equipamiento fabricado en EE. UU. por los aranceles. Fabricantes europeos como Airbus y Rolls-Royce serán más competitivos, especialmente en Asia. La Corporación de Aeronaves Comerciales de China (Comac) se beneficiará a largo plazo de las dificultades de los fabricantes estadounidenses en China por la escalada arancelaria, aunque actualmente muchos de sus componentes siguen siendo de origen estadounidense.
3-. Empresas de leasing de aeronaves con flotas de media vida útil: verán aumentar la demanda. Con menos entregas de aviones nuevos, las aerolíneas dependerán más de extender la vida útil de los aviones actuales, lo que incrementará el valor relativo de estas aeronaves.
4-. Aerolíneas de bajo coste: están mejor posicionadas para ganar cuota de mercado a largo plazo, en un entorno con más presión sobre los costes y una demanda creciente de viajes cortos y de ocio, especialmente en Europa.
5-. Proveedores MRO (mantenimiento, reparación y revisión) globales con escala y capacidad flexible y distribuida geográficamente: se beneficiarán por tener tiempos de respuesta más rápidos y precios más competitivos.
6-. Proveedores de recambios posventa: se beneficiarán del aumento de la demanda y del mayor valor de las piezas USM (material de servicio usado) y PMA (piezas con aprobación alternativa), ya que los operadores intentan mantener en funcionamiento aviones más antiguos.
• Colectivos en riesgo:
• Pasajeros: sufrirán las consecuencias de la reducción en la oferta de aeronaves. Las aerolíneas ofrecerán menos rutas, operarán vuelos más sobrecargados y afrontarán mayores costes de las aeronaves y su mantenimiento, lo que probablemente encarecerá los billetes. En general, viajar en avión podría ser menos accesible en términos de disponibilidad y precio.
• Aerolíneas con flotas de fuselaje ancho (widebody) y rutas centradas en EE. UU.: se enfrentan a presiones por el aumento de costes, una posible disminución sostenida en la demanda de pasajeros y menor demanda de carga.
• Fabricantes y proveedores centrados en EE. UU.: representan una mayor vulnerabilidad a las tensiones comerciales y a los aranceles.
• Operadores con entregas de aeronaves retrasadas o con acceso limitado a servicios de mantenimiento: corren el riesgo de sufrir escasez de capacidad y mayores costes operativos.
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