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Los viajeros están replanteándose la forma de moverse por el mundo, buscando experiencias multidimensionales que resuenen a nivel emocional, relacional y espiritual, según concluye un nuevo informe publicado por Minor Hotels, líder global en hostelería.
Recién publicado, el informe de tendencias de viaje de Minor Hotels, titulado Travelling Deeper: A Search for Lasting Connection, explora varias dimensiones de la conexión –con los demás, con uno mismo y con los destinos– y muestra cómo los hoteles están pasando de simplemente ofrecer un servicio a ayudar a los huéspedes a encontrar sentido a sus viajes.
Dillip Rajakarier, Group CEO de Minor International, empresa matriz de Minor Hotels, comentó que «los viajeros de hoy buscan algo más que destinos: quieren historias, conexiones y significado. Nuestro informe de tendencias revela un creciente deseo por un compromiso auténtico y elecciones de viaje conscientes. Para Minor Hotels, esto es una invitación a seguir dando forma a experiencias que prioricen el bienestar y la riqueza cultural, asegurando que cada viaje ofrezca algo verdaderamente memorable».
A pesar de la continua incertidumbre económica, el informe revela que las personas siguen dando prioridad a los viajes en el próximo año. Las perspectivas para 2026 son extremadamente positivas, con un 94 % de los encuestados esperando viajar tanto o más el próximo año, y un tercio planificando más viajes que en 2025. El 94 % planea gastar lo mismo o más en viajes en 2026, y casi la mitad (47 %) tiene la intención de aumentar su presupuesto de viaje. Los viajeros de lujo tienen casi el doble de probabilidades de viajar más en 2026 en comparación con el total de encuestados, y un 61 % espera un aumento en la frecuencia de sus viajes.
Los viajeros están priorizando la calidad frente a la cantidad, buscando experiencias que aporten valor personal en lugar de simplemente hacer más viajes. Aunque los viajeros se muestran optimistas de cara al próximo año, la asequibilidad sigue siendo el factor principal que determina los planes para el 53 % de los encuestados, seguido de la estacionalidad (42 %), la facilidad de viaje (40 %) y el tiempo (40 %).
Más de la mitad de los encuestados (53 %) reserva sus viajes con un máximo de tres meses de antelación, lo que demuestra su disposición a despejar su agenda con poca antelación o esperar mayor claridad en medio de la incertidumbre constante. Las páginas web de los hoteles dominan como la herramienta de planificación más utilizada para el 80 % de los viajeros, por delante de las recomendaciones personales (35 %) y de las agencias de viaje on line (29 %). Al mismo tiempo, las tecnologías emergentes, como los chatbots de IA generativa, ya son utilizadas por un 12 %.
En 2026, viajar va de estar juntos: las escapadas multigeneracionales, las aventuras compartidas y las estancias privadas definen el próximo año. Casi todos los encuestados planean viajar acompañados, principalmente con sus parejas (66 %), familiares directos (46 %) y amigos (32 %). El tiempo de calidad es lo más importante, aspecto que cita un 86 % como prioridad clave a la hora de planificar sus viajes de ocio. Los momentos compartidos más significativos también son los más sencillos: comer juntos (67 %), relajarse (54 %) y realizar actividades culturales (55 %) son las experiencias preferidas para compartir con los compañeros de viaje. También existe una clara preferencia por mantener las actividades dentro de su propio grupo, ya que más de la mitad de los encuestados (56 %) opta exclusivamente por actividades en grupo con sus acompañantes.
Incluso en viajes grupales, los viajeros buscan espacio para la soledad y la naturaleza como forma de recargar energía. El 71 % de los encuestados está de acuerdo en que tomarse un descanso de la tecnología, las redes sociales o el trabajo durante el viaje es importante para su bienestar personal. El 44 % planea integrar más bienestar o mindfulness en sus viajes, cifra que asciende al 73 % entre quienes ya practican actividades de bienestar. Los tratamientos de spa lideran como actividad preferida (75 %), seguidos por experiencias en la naturaleza (59 %) y el ejercicio físico (49 %). Más de un tercio (37 %) reserva tiempo para sí mismo, incluso cuando viaja con otras personas.
La cultura se descubre a través del sabor, siendo la gastronomía la principal vía de acceso para el 85 % de los viajeros, seguida de la arquitectura histórica (71 %) y la naturaleza (65 %). La inmersión local influye en la elección del destino para el 83 %, con un 79 % que prefiere explorar un destino de forma independiente y un 44 % que opta por visitas guiadas para sentirse ‘integrados’ en la forma de vida local. El deseo de autenticidad impulsa una conexión emocional más profunda y, cuando se logra, el 76 % de los encuestados afirma que volvería a un destino porque sintió un vínculo personal.
Por último, la hospitalidad responsable se ha convertido en un factor de fidelidad. El 47 % de los viajeros afirma que el historial o la propuesta de sostenibilidad de un hotel influye en su elección de alojamiento. La mayoría coincide en que las iniciativas medioambientales, culturales y sociales refuerzan su vínculo con un destino, ya sea en hoteles urbanos (53 %) o en resorts de destino (54%). Cada vez más, los huéspedes buscan marcas que eduquen, orienten y faciliten decisiones conscientes, y fomenten la sostenibilidad participativa.
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