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  • Gastronomía

    Bala Perdida, una cueva urbana bajo el Axel Hotel Madrid

    Foto: Paco Montanet

    Libertad y creatividad se dan cita bajo la calle Atocha, en la cueva urbana ubicada bajo el Hotel Axel Madrid, donde exquisiteces en forma de cócteles, snacks y música invitan a la jarana. El nuevo proyecto de Grup Iglesias en la capital, tres meses después de la apertura en la planta superior de Las chicas, los chicos y los maniquís, propone una carta de cócteles de autor y snacks creativos en horario afterwork que se transforma durante la noche, como también lo hacen los ritmos de las sesiones de dj’s residentes e invitados como Mooseekaa (Luis Junior + Helena Piti), Sofía Cristo aka Sofic, Mr.Chank, Alex de Juan y Laura Petter&Carlos Bayona, quienes ofrecerán el jueves 14 su set.

    La carta de tarde se orienta a afterworks que se alargan y en los cuales se despierta el apetito justo e idóneo para disfrutar de snacks propios dulces o salados como las aceitunas esferificadas, los turrones de foie al vinagre de Módena, las cortezas de cerdo con maíz y cilantro, las minipizzas de parmesano y tomate, el pan de gambas picantes, las palomitas con frutos rojos o los macarons de vainilla. Los cócteles creativos poseen como denominador común la atención por ingredientes naturales exprimidos o transformados manualmente y la selección de destilados premium. A destacar tres cócteles como son el Mari Carmen (ginebra, zumo de lima y toque de frutos rojos), Tiro loco (tequila, jengibre, limón y naranja) y el que lleva el nombre de Miguel de Molina (vodka, champagne, cassis y maracuyá), el cual rinde tributo al artista de la copla, quien según cuenta el historiador Manuel Francisco Reina actuó entre las mismas vigas cuando el inmueble alojó un local clandestino de variedades muy conocido por el público gay en época franquista. En la carta de clásicos revisitados también se apuesta por cócteles sin alcohol, aptos para cualquier paladar y circunstancia, como el icónico Shirley Temple o las versiones Not so Cosmo y Mockhito. Por supuesto, todo ello suma y eleva la experiencia a Las chicas, los chicos y los maniquís, como visita previa o bien como la primera copa de la noche… o la penúltima.

    El proyecto rescata y restaura una cueva urbana subterránea con muro de ladrillo original visto, dividida en dos bóvedas de ambiente lisérgico, donde los colores del fuego y el juego de los led envuelven las zonas más oscuras. Los responsables del proyecto son El Equipo Creativo, de igual forma que en el resto del inmueble, brigada ya experimentada con Grup Iglesias en Tickets, Pakta y Bellavista del jardín del norte en Barcelona; así como merecedores del Premio al Mejor Bar del Mundo por su trabajo en el Blue Wave de Barcelona, codiciado galardón de los Restaurant & Bar Design Awards, considerados lo Óscars del diseño interior.

    La identidad visual corre a cargo del estudio barcelonés El Gallinero, quienes han conceptualizado y desarrollado también la dirección artística de Axel Hotel Madrid y Las chicas, los chicos y los maniquís.