Es bien sabido que los viajes cuentan con una importante carga simbólica. Y es que, desde hace mucho tiempo, poner rumbo a lo desconocido sirve como marcador de un cambio en nuestra vida. Ocurre, por ejemplo, con los famosos años sabáticos que muchos jóvenes disfrutan antes de empezar su etapa universitaria, en los que, durante 365 días, buscan conocer y disfrutar de diferentes puntos del globo con el fin de crecer personal y culturalmente.
También con la luna de miel o honeymoon, que escenifica a la perfección el paso de la soltería al compromiso, y, en los últimos tiempos, ocurre de la misma forma con dos de los viajes que cada año ganan más adeptos: la earlymoon y la babymoon. Dos momentos que, de igual modo que ocurre con el anterior, marcan un antes y un después en nuestra vida. ¿Estamos ante una tendencia pasajera? Para nada. “Creemos que han llegado para quedarse, pues son totalmente apetecibles y beneficiosos para la pareja”, explican desde la agencia de viajes boutique Ocoa.
Así, entendemos por earlymoon ese “viaje previo a la boda y a la luna de miel que hacen los novios, bien para desconectar del estrés que conlleva la organización de la celebración o para despedirse del periodo de noviazgo y realizar un último viaje antes de cambiar de estado civil”, explican.
La babymoon, por su parte, es ese trayecto que los futuros padres suelen hacer justo antes del nacimiento del bebé, un momento en el que siguen estando solos y buscan disfrutar de esa última gran experiencia juntos”, añaden.
En ambos casos hablamos de una duración de entre siete y diez días, y se han vuelto más populares gracias, en parte, a la creciente demanda de nuevas experiencias y el boom de las redes sociales, haciendo que este tipo de viajes.
“Desde luego, se trata de una tendencia que antes no ‘existía’ y que se está imponiendo. Podríamos decir que es una moda que ha llegado para quedarse, y que pasa a formar parte de la vida de cada pareja, como ya ocurría con la honeymoon. Ahora el ciclo habitual es earlymoon–honeymoon-babymoon. Y tiene todo el sentido, pues las generaciones más jóvenes, son cada vez más viajeras, y el casarte no significa dejar de viajar, sino que quieres continuar haciéndolo, ahora en pareja y en esta nueva etapa de tu vida”, narrán.
En cuanto a los destinos elegidos por las parejas que confían en Ocoa, estos varían en función de la tipología elegida.
Así, en el caso de las babymoon, se opta por destinos que faciliten los planes de relax, mientras que para las earlymoon se descantan por lo exótico y los viajes cuajados de experiencias, aunque sin dejar a un lado el descanso.
Por ello, desde esta agencia boutique recomiendan disfrutar del primero en lugares como Jordania, Egipto u Omán. “Exotismo cercano, que Oriente Medio nos lo brinda sin duda. Solemos terminar en ubicación de relax, como en un hotel que impacte en el Mar Rojo, para practicar buceo en una de las mejores ubicaciones del mundo, o dormir en una martian dome en el desierto de Wadi Rum en Jordania y sentir que estás en Marte. También relajarte en el Mar Muerto, mientras disfrutas de unos tratamientos exclusivos en tu hotel, o dejarte seducir y mimar en el impresionante hotel Six Senses Zighy Bay de Omán, donde la ubicación es única, el servicio exquisito y la experiencia irrepetible. Puedes, incluso, llegar en parapente al hotel, al puro estilo 007”, detallan.
La babymoon, por su parte, será el momento idóneo para dejar la mente en blanco y disfrutar de destinos paradisíacos en los que poner el contador a cero, como México, Tulum o la Riviera Maya. ¿Una de las recomendaciones de Ocoa? Disfrutar del Hotel La Casa de la Playa, del arquitecto David Quintana, “que nos hace soñar con piscinas infinity sobre el mar, sus chocolates y su espíritu relajado”. También Maldivas, caballo ganador en lo que a lugares que grabar a fuego en nuestra retina se trata. En este caso, se decantan por cualquiera de los hoteles de la cadena Soneva, “donde dejarte mimar en sus spas y disfrutar de una estancia en una villa overwater espectacular”.
Entendiendo la luna de miel como “el viaje de nuestras vidas”, desde Ocoa tienen claro que, a pesar de la tendencia creciente de realizar una earlymoon, esta no terminará eclipsando, en ningún caso, la presencia del primero. Y es que, en esta última, “se busca hacer algo más modesto, cercano y de duración más reducida”, concluyen. Los viajes del futuro, al fin y al cabo, eran esto.
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