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    Cabify vuelve a Barcelona tras adecuar su modelo de negocio a las restricciones impuestas por la Generalitat

    Cabify, la compañía española de movilidad presente en 12 países y con más de 25 millones de descargas en su app, regresará mañana a Barcelona. La empresa ha adaptado su modelo de negocio a los nuevos requisitos introducidos por la normativa sobre el sector VTC aprobada por la Generalitat, asumiendo para ello una serie de costes que no tiene el deber jurídico de soportar.

    La referida normativa, aprobada por el Govern el 29 de enero y convalidada por el Parlament el pasado 28 de febrero, supuso la expulsión de las empresas de VTC de la Ciudad Condal y, en consecuencia, obligó a Cabify a paralizar su servicio. La principal preocupación de Cabify desde entonces ha sido la definición de un nuevo modelo que, ajustándose a las restricciones introducidas, permita a los usuarios contar de nuevo con alternativas eficientes de movilidad.

    Ahora, tras un paréntesis de algo más de un mes, Cabify vuelve a operar en Barcelona. Para ello, ha adaptado la contratación del servicio de movilidad que ofrece a los usuarios a través de su aplicación a los requisitos que exige la normativa catalana.

    Esta decisión, que no implica la conformidad de la compañía con la nueva normativa de la Generalitat (que sigue considerando desproporcionada y contraria a Derecho), responde al compromiso de Cabify con la ciudad, sus usuarios, sus empleados, colaboradores conductores y con toda su red de empresas asociadas que también trabajan en favor del desarrollo de la economía digital y la movilidad sostenible en Catalunya y en España.

    La nueva puesta en marcha del servicio de Cabify en Barcelona supone el afianzamiento de miles de empleos y, en definitiva, el rescate de un sector que, durante los últimos años, además de contribuir a mejorar la movilidad en la ciudad, ha ofrecido a Cataluña crecimiento económico y brindado a miles de catalanes oportunidades de desarrollo.

    La movilidad necesita un debate a fondo

    Desde Cabify, “esperamos que el futuro nos dé la oportunidad de tener un debate con rigor sobre la movilidad en Barcelona. La compañía quiere tener un papel activo en lo que es un desafío fundamental para la calidad de vida de los ciudadanos”, afirma Juan de Antonio, fundador y CEO de Cabify.

    “Estamos convencidos de que los usuarios respaldan el regreso de Cabify a Barcelona, que afrontamos con responsabilidad y también con confianza, puesto que son muchos los actores de la sociedad civil que públicamente han manifestado que nuestra marcha definitiva empobrecería la movilidad pero también la vida en Barcelona”, agrega.

    “Queremos tener un papel proactivo en la construcción del modelo de movilidad de Barcelona y es por ello que nos hemos adaptado y, sabiendo que la legalidad nos ampara, esperamos que muchos barceloneses nos sigan eligiendo y al hacerlo reivindiquen su derecho a elegir cómo moverse por su ciudad”, explica.

    Una nueva operativa sencilla para el usuario y ajustada a la normativa recientemente aprobada por la Generalitat

    La nueva operativa que ahora lanza Cabify solo para Cataluña mantiene la sencillez de uso de la aplicación y se ajusta a los requisitos impuestos por la Generalitat a través del Decreto Ley 4/2019, del 29 de enero, de medidas urgentes en materia de transporte de viajeros mediante el alquiler de vehículos con conductor.

    Mediante este nuevo modelo, Cabify asume un cambio significativo en sus condiciones de operación, pasando a prestar el servicio de alquiler de vehículos de transporte con conductor (VTC). El usuario que haya viajado alguna vez en Cataluña con Cabify y quiera seguir haciéndolo, antes de volver a hacerlo, tendrá que aceptar unas nuevas condiciones de contratación acordes a la distinta naturaleza del servicio que la compañía presta ahora en Cataluña.

    De inicio, trabajará con una flota cercana a 300 coches, lo que puede dar lugar a alguna demora superior a lo deseable en horas de alta demanda. En todo caso, Cabify redobla su compromiso con mantener un alto estándar de servicio e ir agregando nuevos operadores de VTC.

    Un modelo transitorio frente a una normativa cuestionada

    La empresa es consciente de que este modelo no es el óptimo para una ciudad y una comunidad que son símbolos de innovación y progreso, pero, incluso a pesar de la asunción de diversos perjuicios que no tiene el deber jurídico de soportar, está dispuesta a cargar con el elevado e injustificado coste de adaptar su modelo de negocio para cubrir las necesidades de los usuarios en Cataluña. Este nuevo modelo implica renunciar a la operativa general de Cabify de gestión del servicio como agencia de viajes, que no impone al usuario restricción alguna al tiempo de precontratación previo, y que se adapta mucho mejor, tanto a la demanda y necesidades de los usuarios, como al derecho a la libertad de empresa reconocido por la Constitución española y el Derecho de la Unión Europea.

    Lamentamos que el Govern y el Ayuntamiento hayan optado por restringir las opciones de movilidad de los usuarios y el derecho a la libertad de empresa de Cabify a través de una normativa cuya inconstitucionalidad ha sido denunciada por la Autoritat Catalana de la Competència (ACCO) y por el Consell de Garanties Estatutaries de la propia Generalitat

    De hecho, la normativa promovida desde la Generalitat es contraria a los intereses de los ciudadanos de Cataluña, dificulta el desarrollo de una movilidad sostenible e inclusiva en la Ciudad Condal, además de haber empujado al cierre a los operadores de VTC y comprometido miles de empleos. Esta normativa, en todo caso, impide que los catalanes puedan seguir accediendo al servicio de Cabify en las mejores condiciones, como ocurre en el resto de las ciudades donde opera la empresa.

    La adopción de este nuevo modelo se asienta en el convencimiento de que la situación será transitoria, y de que el Decreto ley aprobado por la Generalitat será declarado nulo por los tribunales en un futuro próximo en beneficio de los ciudadanos de Cataluña. De lo contrario, Cabify volvería a verse forzada a plantearse su continuidad en Cataluña.

    Cabify, una empresa de aquí

    La empresa, fundada en 2011 por Juan de Antonio, opera en la actualidad en otros 11 países de Iberoamérica y lidera el mercado español, en el que está presente en la actualidad en 8 ciudades. Cabify es una de las startups más consolidadas del país, que compite con otras compañía de EE.UU., China o Rusia en el mercado global de la movilidad.

    La empresa se ha convertido en uno de los ejemplos del ecosistema del emprendimiento y la innovación en España y Cataluña, y es el espejo en el que se miran muchas de las compañías startups que pretenden escalar su negocio. La paradoja es que, pese a ser un ejemplo para miles de emprendedores, en algunas instancias políticas, se está tratando de restringir su actividad, sin mayor explicación que una visión política cortoplacista y la debilidad frente a la presión –en ocasiones violenta– de los sectores más radicales del taxi.

    La compañía tiene un amplio impacto social, ya que además de los 1.500 empleos directos que ha creado, de los que 400 están en España, ha generado alrededor de 200.000 empleos indirectos en el conjunto de mercados donde opera.

    Su aportación social no acaba en materia del empleo creado directa e indirectamente. Contra lo sostenido maliciosamente desde algunas instancias interesadas, Cabify cumple al 100% con todas sus obligaciones fiscales y sociales y, a diferencia de algunas otras plataformas tecnológicas de distintos sectores, paga el 100% de sus impuestos de su actividad en España, sin utilizar ninguna estructura fiscal en el exterior.