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    Destinos nacionales y prudencia en el gasto, claves del turismo este verano

    Se contiene la euforia en el gasto de los españoles, con un crecimiento esperado en torno al 5%, según un estudio de Braintrust.

    La firma de consultoría y servicios profesionales Braintrust ha emitido un nuevo análisis de la industria, en este caso sobre las previsiones de gasto de los españoles este verano, donde señala que se modera la euforia, aunque el mercado emisor seguirá creciendo en torno al 5%, siempre que el adelanto electoral no cambie drásticamente la planificación de viajes de los españoles.

    Así, Braintrust remarca que la ralentización comienza a aparecer, ante la euforia desatada a finales de 2022 y principio de 2023, donde el crecimiento ha sido muy elevado, llegando incluso a superar los niveles prepandemia, originado en cierto modo por una actitud personal expansiva del individuo en una era postpandemia, y en buena medida también por los altos precios, fruto de la inflación desbocada de los últimos meses.

    El mercado emisor sigue creciendo, aunque se ralentiza, con un incremento esperado por debajo del 5%

    Braintrust profundiza en el gasto en viajes de los españoles, analizando los cambios que demuestran los consumidores, una vez finalizada la crisis de la Covid 19.

    La firma de consultoría concluye, una vez analizados los datos, que, mientras en 2019 el gasto total fue de 40.853 millones de euros y el verano supuso un 43,86% del total del gasto anual de los viajeros nacionales, en 2022 el gasto total fue de 42.881 millones, con el verano aportando un peso del 45,56% del total anual.

    En ese sentido, 2023 arrojará un crecimiento del 4,76% en el próximo verano, que incluye los meses de junio, julio, agosto y septiembre, confirmando la moderación del gasto, siempre que el adelanto electoral no cambie la planificación de viaje de los españoles. Esta prudencia se produce ante el agotamiento del ahorro que se ha evaporado con los elevados precios de los diferentes elementos de consumo de las familias, consecuencia de una inflación desmedida en los últimos meses, fomentando en los hogares una ingeniería financiera para hacer frente a las distintas necesidades, y donde los viajes, aun suponiendo una prioridad clara por delante de otros gastos como tecnología o bienestar, requieren de una mayor planificación y contención del presupuesto.

    Para Ángel García Butragueño, codirector del Barómetro Turístico y director de Turismo en Braintrust, “estos datos muestran una clara ralentización del gasto de los viajeros españoles, que, lejos de provocar el parón que todos temíamos, muestran la resiliencia del sector turístico y nos devuelven a la realidad de los datos macroeconómicos. Nuestro análisis pone de nuevo el contexto adecuado para que las empresas turísticas tomen las decisiones adecuadas tras la volatilidad de las cifras en los últimos años, pasando de una alta actividad a una debacle en la pandemia, y a una euforia desproporcionada en los últimos meses. Esta etapa marca el inicio de un nuevo tiempo donde de nuevo la transformación del sector será la prioridad, y donde la digitalización, la sostenibilidad y el talento marcarán la agenda de la industria en esta próxima década”.

    Los destinos nacionales vuelven a dominar, especialmente entre los hogares de menor poder adquisitivo

    Braintrust profundiza en el gasto de viajes por ingresos del hogar, remarcando la importancia en el gasto del mercado emisor de las distintas clases sociales. La capa social de menores ingresos será la más desfavorecida al ser fuertemente afectada por la inflación como era previsible. En este marco, los destinos nacionales volverán a ser mayoritarios, sobre todo entre los viajeros con menores recursos que ajustarán su presupuesto en viajes, bien reduciendo sus partidas de gasto o bien acortando la duración de su estancia.

    Mientras en 2019 el gasto nacional supuso un 66,60% del gasto total del mercado emisor, en 2020 y 2021 fue de un 83,08% y 83,36% respectivamente, y volvió a bajar al 70,45% en 2022 ante el fin de la pandemia. Se espera que en este verano de 2023 retorne a niveles del 2019, pero eso sí, teniendo en cuenta que el año pasado la ola de ómicron limitó los desplazamientos internacionales de larga distancia.

    Los destinos lejanos toman mayor relevancia en los viajeros de alto poder adquisitivo, que buscan experiencias únicas

    JV Marrioot Masai Mara Resort

    En una era postpandemia, y como aprendizaje de lo vivido, los viajeros necesitan recuperar su libertad, y disfrutar de experiencias únicas, e irrepetibles, lo que se traduce en los llamados viajes experienciales que se incrementan sobre años anteriores, siendo territorio mayoritario para un viajero de poder adquisitivo alto o muy alto.

    Estos viajes experienciales se comercializan principalmente en agencias presenciales, y se focalizan en brindar itinerarios personalizados y exclusivos que van más allá de un viaje estándar que tradicionalmente se elegía en un folleto.

    De hecho, se espera que este tipo de viajes se queden en el futuro, con un crecimiento esperado este año del 56,11% sobre 2022, donde tras la ola de ómicron se vendieron tímidamente ante la inseguridad sanitaria y/o geopolítica tras el inicio del conflicto de Ucrania.

    Algunos ejemplos de esta tipología son los cruceros de expedición, los safaris, los retiros de bienestar, las aventuras extremas como dormir colgados en cabañas atadas a riscos abiertos a precipicios, o los viajes espaciales que despiertan cada vez más interés para los viajeros más pudientes.

    Vuelve la fiebre del todo incluido, mostrando la necesidad de contener el gasto de los viajeros españoles

    Grand Palladium Costa Mujeres Resort & Spa es un todo incluido en el Caribe mexicano

    Como era previsible y rumor hecho realidad, la capacidad de ahorro de los españoles tras la pandemia ha mermado considerablemente, lo que unido a la alta inflación y con ello la dificultad de afrontar los gastos recurrentes del hogar, invita a la prudencia y la austeridad también en las vacaciones.

    Braintrust afirma que los viajes todo incluido, mayoritariamente comercializados en las agencias, ya sean presenciales o digitales, vuelven a la palestra ante las ventajas que tienen de cara a moderar el gasto, elevándose previsiblemente este verano en más de un 33,46% sobre el periodo pre-pandemia.

    Los viajeros entrevistados por el Barómetro Braintrust indican las múltiples ventajas de los mismos, como son el presupuesto claro y seguro, la comodidad y la conveniencia de no gastar en destino más de lo contratado, un mayor ahorro al desaparecer los imprevistos, la tranquilidad de consumir todo lo que se desee por el mismo precio, la variedad de opciones de actividades, o el contar con una agencia de viajes que pueda resolver algún inconveniente causado en el destino.

    Para José Manuel Brell, socio responsable de la práctica de Estudios y Modelos Cuantitativos, y de la Industria de Turismo y Ocio en la consultoria, “desde Braintrust seguimos muy de cerca la evolución de la industria con datos reales y previsiones precisas que deben ayudar a las empresas del sector a marcar sus planes oportunos. Está claro que el turismo seguirá siendo el motor de nuestra economía, sin embargo, aparecen nuevos desafíos que hay que saber abordar, transformando la manera de hacer las cosas, a la vista de los datos. En Braintrust ponemos la inteligencia artificial al servicio del negocio, en momentos donde mirar hacia el futuro con información permite construir estrategias más certeras, libres de la intuición y/o la experiencia pasada, como se suele decir en el ámbito de los mercados, resultados pasados no garantizan rendimientos futuros”.

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