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  • Gastronomía

    Domingos de cocido en Casa Felisa

    El chef Antonio del Álamo sirve cada domingo en el restaurante del Urso Hotel & Spa el plato castizo por excelencia, elaborado con su toque personal inspirado en su madre y servido en tres vuelcos.

    El orgullo madrileño no entiende de medias tintas a la hora de celebrar su rica cultura gastronómica. Bajo esta premisa, la particular forma del chef Antonio del Álamo de acercar la tradición culinaria madrileña convierte a Casa Felisa, ubicada en Urso Hotel & Spa, en el refugio fine neocastizo de los capitalinos que se regocijan en los sabores de siempre, pero reinterpretados en clave actual y vanguardista. Por ello, resulta impensable concebir Casa Felisa sin el emblema por excelencia del cuchareo madrileño: el cocido que cada domingo se convierte en el centro de todas las mesas de su comedor.

    Como no puede ser de otra manera, Del Álamo tiene predilección por el cocido que le preparaba su madre cuando era niño, a fuego lento y con mucho mimo. Ahora el chef busca replicar esa esencia en el cocido de Casa Felisa, elaborado a base de garbanzos de Pedrosillano, una variedad de garbanzo pequeño, redondo, muy fino y delicado al tacto con el paladar, cuya producción se sitúa en el noroeste de la provincia de Salamanca. A los garbanzos se suma una serie de ingredientes imprescindibles, como hueso de tuétano, jarrete de ternera blanca, muslo de pollo de corral, tocino, hueso de espinazo de cerdo salado, el hueso y la carne de jamón ibérico, relleno de carne, chorizo, morcilla, patata cocida y verduras variadas para la cocción.

    Una vez que todos los ingredientes están cocinados, llega el momento de servir el cocido en tres vuelcos. Tras añadir piparras encurtidas para acompañar, se sirve la humeante sopa. Después, se sirven los garbanzos con las verduras y, a gusto del comensal, se puede incorporar una vinagreta de aceite y vinagre de Pedro Ximénez con tomate. Como epílogo del festín, se sirven las carnes y el tuétano, que se presenta en su hueso con miga de pan con chalota y perejil tostado, el toque con el que Antonio termina de firmar su cocido en línea con la filosofía que caracteriza a Casa Felisa.

    Para acompañar este plato icónico, la carta líquida de Casa Felisa presenta una nueva oda a Madrid con cervezas artesanales y vinos madrileños, que se complementan con etiquetas de otras regiones e internacionales, contando en total con más de 200 referencias, entre tintos, blancos, rosados, generosos y espumosos. Asimismo, el restaurante otorga mucha relevancia al tradicional aperitivo madrileño, un momento único en el que se podrá degustar una suculenta variedad de vermuts y cócteles inspirados en creaciones clásicas que hacen referencia a momentos históricos de la capital.

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