El enoturismo en España se presenta como una gran oportunidad para aumentar el gasto medio de los turistas extranjeros que visitan nuestro país. Además, el enoturismo también favorece la desestacionalización. Dos objetivos que persiguen tanto el sector público como las administraciones públicas cada temporada.
Las previsiones del sector son muy optimistas. Se estima que el número de turistas extranjeros interesados en actividades de enoturismo que visite España en 2026 supere el 7 % respecto a este año. Según los datos de winetourismspain.com, portal líder del sector junto con sus principales proveedores, entre los que se encuentran las bodegas más prestigiosas del país, el 65 % de turistas extranjeros que realizan este tipo de actividades afirma que su experiencia de enoturismo en España ha sido la mejor que han vivido hasta la fecha. Este grado de satisfacción se debe en gran medida al gran patrimonio vinícola y el trato personal de los guías y de las bodegas. Los turistas que visitan España cuentan con un amplio abanico de opciones para combinar las experiencias de ecoturismo con otro tipo de planes como visitas culturales o actividades en la naturaleza.
Uno de los planes cuya demanda ha crecido más en los últimos años ha sido la combinación de visitas a bodegas con recorridos por el monasterio de Montserrat, cerca de Barcelona, que ha captado la atención de turistas internacionales. Montserrat ofrece en este sentido una válvula de escape para el turismo urbano de Barcelona, con muchos tours de vino a diario para todo tipo de presupuesto. Las visitas crecieron en 2024 un 34 % frente al año anterior en el que se superaron las cifras prepandemia. El New York Times lo eligió para formar parte de la lista de los 50 lugares a visitar en 2025 lo que también ha contribuido a aumentar el número de visitantes.
Otro de los iconos del enoturismo en España que más atrae a los visitantes extranjeros son las bodegas de Marqués de Riscal y su hotel diseñado por el canadiense Frank O. Gehry. Con una ubicación privilegiada inmerso entre viñedos, en el pueblo medieval de Elciego, en el corazón de la Rioja Alavesa, atrae a turistas que quieren disfrutar de alta gastronomía española, patrimonio cultural y diseño vanguardista.
El auge de las nuevas tecnologías y las consultas con la IA han propiciado que el perfil del enoturista esté evolucionando hacia un público más informado y exigente. Los datos de la plataforma indican que se ha pasado de un % de clientes que presentaban su propia idea de itinerario, a cerca de un 30% actualmente. Esto plantea el desafío de mantener altos niveles de calidad y ofrecer experiencias personalizadas que respondan a sus expectativas.
«Antes había un tipo de cliente que leía y sabía que quería. Ahora, con la IA, vemos muchos clientes que es posible que no conozcan bien lo que quieren, pero observamos que la IA les da un argumento de autoridad para sus demandas. Es el momento idóneo para desarrollar más productos mixtos que combinen patrimonio y gastronomía, son muy demandados y hay una oportunidad enorme en crear nuevos conceptos», explica Luis Lechuga, fundador y CEO de winetourismspain.com.
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