Gastronomía

El hotel Canfranc Estación presenta la nueva propuesta del restaurante 1928

El emblemático hotel estrena dos menús inspirados en los viajes desde el Pirineo Aragonés hasta el París de los años 20.

Era 18 de julio de 1928 cuando se inauguró la Estación de Canfranc, la segunda más grande de Europa. Más adelante, en 2002 fue declarada Bien de Interés Cultural; y a principios del año pasado abrió de nuevo sus puertas convertida en un hotel emblemático con la excelencia característica de Royal Hideaway Hotels & Resorts.

Tras la consecución de la primera estrella Michelin en el restaurante Canfranc Express, solo seis meses después de su apertura, Eduardo Salanova y Ana Acín, directores gastronómicos del hotel, presentan ahora su nueva propuesta culinaria para el vagón restaurante 1928. Ubicado en un antiguo vagón que ha sido rehabilitado siguiendo la estética de los vagones restaurantes que atravesaban Europa en los años 20, 1928 rinde homenaje al banquete de gala que se ofreció en el evento de inauguración de la estación ferroviaria; un viaje gastronómico por la cocina aragonesa y francesa transpirenaica.

Dos menús. Una historia

Con categoría cinco estrellas gran lujo, único de esta categoría en Aragón, el hotel Canfranc Estación es la mejor opción para todo aquel que busque desconectar, olvidarse de la rutina y disfrutar de experiencias únicas en sintonía con el entorno. Una de ellas: el buen comer. El restaurante 1928 pone en valor la cocina francesa, recogiendo el histórico paso fronterizo que comunicaba España con Francia a través del Pirineo Aragonés. Esto lo hace mediante novedosas propuestas reinterpretadas por el chef Eduardo Salanova y el jefe de cocina Loic Thoraval, donde cobran especial relevancia el recetario galo para ofrecer una cocina francesa con notas aragonesas, en la que se funden recetas clásicas de ambas gastronomías, recordando los mejores restaurantes de París en un vagón de lujo. Para ello, la carta consta de dos menús.

El primero de ellos, ‘Urdos-Canfranc’, pretende mostrar la unión de la cocina francesa y española, inspirado en la conexión entre Urdos y Canfranc: los pueblos más cercanos de cada país, unidos por el ferrocarril. El menú comienza con un aperitivo al que siguen el entrante para elegir entre terrina de Campaña del Pirineo o foie de Pato a la pôele, entre otros. Para seguir, varias opciones de segundos como solomillo rossini de vaca madurada o corvina salvaje; finalizando con el postre.

El segundo menú degustación tiene el nombre de ‘Le grand voyage’ con motivo del menú que se sirvió en la fecha de inauguración de la Estación con la visita del Rey Alfonso XIII y el Presidente Monsieur Gastón Doumerge. El trayecto está compuesto de varias paradas precedidas de un aperitivo. Entre las paradas encontramos Gare du Canfranc, Gare du Pau, Gare de L´Aquitaine, con espuma de parmentier ahumado, yema curada, o arroz niral de Alcolea de Cinca meloso con Rodaballo, ratatouille de la Provenza. La cuarta estación es Gare de Val de Loire a elegir entre ternera Orloff al estilo del 18 de julio de 1928; magret de pato “mil-texturas” de zanahoria; salmonete con mini calabacín en dos cocciones; o bogavante confitado, espuma de erizo y chips de coco. La última parada, Gare du Paris, aporta el toque dulce.

Este viaje gastronómico está maridado con algunos de los mejores vinos de ambas vertientes bajo el asesoramiento de Ana Acín, jefa de sala y sumiller, quien ha elegido personalmente cada uno de ellos.
En definitiva, un homenaje gastronómico a la historia de la estación que desde 1928 unió España y Francia a través de elementos que ponen en valor la recuperación del patrimonio que se ha hecho de este emblemático edificio. Un proyecto que, además, continúa enfatizando la apuesta de la compañía por un turismo sostenible y de calidad, como motor de desarrollo en la provincia.

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