Cinco años han transcurrido desde que abriera sus puertas y, convertido ya en referente de cabecera para el viajero y el público de excelencia en la Ciudad Condal, el Mandarin Oriental Barcelona estrena el próximo 8 de abril una ampliación para dar cabida a 17 nuevas suites y 5 exclusivas y amplias habitaciones, sumando una capacidad total de 120 habitaciones y suites.
No es sólo espacio y servicio la novedad: Patricia Urquiola, la arquitecta y diseñadora asturiana radicada en Milán, cuyas premiadas piezas forman parte de la colección permanente del MoMA de Nueva York, autora del diseño original del Mandarin Oriental, Barcelona, regresa con ímpetu renovado a revestir el inmueble ahora anexado (de 1901), contiguo en el mismo Paseo de Gracia barcelonés, museo del modernismo a cielo abierto.
El nuevo concepto de Urquiola es una prolongación de la ya existente Suite Presidencial o Penthouse , y continúa indagando en el equilibrio entre la vanguardia europea y la tradición oriental; además de introducir elementos que reinterpretan el modernismo catalán, como sus mosaicos hidráulicos o sus artworks exclusivos para el Mandarin Oriental Barcelona en las paredes que interpretan escenarios de la ciudad.
El espíritu final de estas nuevas suites es sentir el confort de nuestra propia casa, rodeados de una belleza singular y un excelente nivel de servicio (cuentan las suites con servicio de mayordomía). Un espíritu que se percibe nada más entrar en la suite, que nos introduce en un espacio flexible, distribuido y ordenado a base de paraventos en tejido con gráficas y texturas naturales que remiten a latitudes orientales, alfombras Tai-ping y piezas de mobiliario diseñadas en exclusiva por el estudio Urquiola para la colección Mandarin Oriental Barcelona.
Las medidas de las suites pueden ser personalizadas con dos o tres habitaciones, creando espacios comunes y zonas familiares de generosas dimensiones. Dos factores destacan en las nuevas suites: amplitud de espacio (que oscila entre los 55 metros cuadrados de las júnior suites y los 124 de las premier) bajo techos de elevada altura, y luz natural a ambos lados de la estancia: la luz del exterior y la que transversalmente cruza desde el atrio interior del edificio. Destacan los colores bronces en la paleta de la diseñadora, que compensa los suelos de roble termotratado, la rotundidad y nobleza de la carpintería y los acabados, con alfombras claras y piezas de colores vivos; ventanales de techo a suelo y paredes claras y oscuras yuxtapuestas que combinan con boisseries de madera. Entre las piezas decorativas, todas ellas creadas en el estudio milanés para colecciones exclusivas, destacan las lámparas de Flos , el sofá y las mesas de Moroso, las sillas Husk para B&B , taburete EMU y mosaicos de Mutina .
Entre las suites superiores destaca la Barcelona Suite con una gran terraza 123 metros cuadrados y un jacuzzi exterior donde solazarse. Todas ellas cuentan con estancias diferenciadas como estudio, vestidor y living para acoger reuniones o cenas en privacidad. También disfrutan de un espacio de baño que transmite la atmósfera de un spa, rodeado de cristal opaco y a veces ligeramente tintado. Su generoso espacio y sus enormes duchas merecen especial mención. Todas ellas disponen de terraza o balcones. El conjunto interior se prolonga en terrazas exteriores concebidas no como miradores sino para ser vividas. Amuebladas con piezas diseñadas por Patricia Urquiola para Kettal, cómodas y sofisticadas volcadas al Paseo de Gracia, en su vecindad con la Casa Batlló, una de las más emblemáticas obras del arquitecto Antoni Gaudí, o al cuidado Jardín Mimosa en el espacioso patio de manzana, fundamento igualmente significado del urbanismo del Eixample barcelonés.
«Estamos encantados de contar con estas nuevas suites en Mandarin Oriental, Barcelona», declara Gérard Sintès, director general del hotel, quien añade que «la ampliación va a significar un gran valor añadido a nuestro producto, posicionando el hotel entre los mejores de Europa».