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El sector del esquí y la montaña en España apuesta por la internacionalización

Cerler (Pirineo Aragonés). Fotografía cedida por ATUDEM.

Las 34 Estaciones de Esquí agrupadas en la Asociación Turística de Estaciones de Esquí y Montaña (ATUDEM) reclaman un Plan de Esquí Global y su inclusión en la nueva conformación de Turespaña que se está negociando (ver noticia de convenio firmardo entre Turespaña y Atudem: https://www.revistagranhotel.com/?p=357). Con esta solicitud pretenden obtener un apoyo y atención proporcionales a su aportación al sector turístico y a la economía en general. Las estaciones han alcanzado una inversión de 626 millones en la última década y 812 millones en los últimos 12 años en consolidación de infraestructuras. El sector genera más de 100.000 empleos e influye decisivamente tanto en la percepción de España como destino turístico global, en el PIB nacional con un aporte de 734 millones de euros y, sobre todo, en el PIB regional donde el impacto económico es vital para las zonas con estaciones.

En la presente temporada el objetivo de las estaciones pasa por elevar la competitividad mediante diversos mecanismos. Por un lado, a través del ahorro de costes, fundamentalmente energéticos, que se conseguirá con la mejoría de instalaciones. Por otra parte, a través de la generación de servicios y soluciones comerciales que contribuyan a combatir el impacto de las subidas impositivas, que el sector se ha resistido a trasladar al consumidor con una política de contención de precios en los últimos cinco años. Y, por último, a través del desarrollo de mecanismos promocionales que equilibren la incertidumbre generada por las nuevas tendencias de consumo (compra de última hora, estancias cortas, etc.) y la desaparición de iniciativas como la “semana blanca”. En el actual escenario socioeconómico, la desaparición de la “semana blanca” impide la generación de puestos de trabajo, evita dar continuidad a la temporada fuera del comienzo y final de la misma, y, sobre todo, interrumpe una trayectoria de implantación de la cultura del esquí y la montaña entre los más jóvenes que había cosechado éxitos en España. Además, en el actual momento de caída de márgenes comerciales, afecta decisivamente a la rentabilidad de las estaciones.

El sector de la nieve en España está apostando por la internacionalización de las estaciones, a través de acciones promocionales en distintos mercados estratégicos y emergentes. Al igual que el resto del sector turístico, confían en que la llegada de turistas extranjeros pueda compensar la desaceleración de la demanda nacional como consecuencia de la crisis.

En la última década se ha llevado a cabo una inversión de 626 millones de euros liderada por Aragón (ocho estaciones) con 276 millones y el Pirineo Catalán (10 estaciones) con 197; a las que han seguido la Cordillera Cantábrica (seis estaciones) con 95 millones de euros, el Sistema Penibético (dos estaciones) con 82 millones y el Sistema Central (cuatro estaciones) con 19 millones. También el Pirineo Navarro (una estación) y el Sistema Ibérico (una estación) con 7 y 6 millones respectivamente, han contribuido a conformar un panorama de estaciones vanguardistas y preparadas para los retos turísticos de los próximos años.

El esfuerzo inversor y la apuesta innovadora desarrollados hasta el momento por el sector han permitido que las estaciones españolas puedan competir con las europeas. Es el caso de Sierra Nevada y de Baqueira Beret que, de desarrollarse un ranking que englobase a España y Francia, ocuparían los puestos 15 y 16 del top 50.