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    El sector hotelero considera que el PEUAT puede provocar la decadencia de la planta hotelera de Barcelona

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    El Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticss (PEUAT), aprobado el pasado 27 de enero al Pleno del Ayuntamiento de Barcelona y publicado al BOPV del 6 de marzo, ha generado una grave preocupación en el sector hotelero de la ciudad. Por este motivo, el Gremio de Hoteles de Barcelona (GHB) ha iniciado un proceso de defensa de la planta hotelera de la ciudad sobre esta decisión del consistorio municipal que podría provocar su irremisible decadencia.

    En un comunicado, el gremio comenta que la aplicación de esta medida en la práctica impedirá que se puedan llevar a cabo reformas estructurales en los establecimientos hoteleros de la ciudad. Este hecho comportará una situación de degradación progresiva de más de la mitad de los hoteles de Barcelona, que no podrán hacer las obras de mejora y adecuación necesarias en sus instalaciones para mantener el nivel de calidad requerido, conduciendo sus instalaciones a una situación de precariedad.

    Para los hoteleros, este aspecto desencadenará una clara y negativa consecuencia para Barcelona. Hará menguar la calidad de los hoteles y, irremidiablemente, empeorará la calidad turística de la ciudad y, por lo tanto, del turismo. Un hecho que redundará en la calidad de vida de sus vecinos y en el dinamismo económico de la ciudad, perjudicando la llegada de ferias, congresos y otros grandes acontecimientos que generan un importante y positivo impacto socioeconómico en Barcelona.

    El Gremio de Hoteles de Barcelona considera que el PEUAT vulnera varios aspectos fundamentales para el tejido empresarial de la ciudad. De hecho, el sector hotelero no se siente partícipe del texto aprobado en el Pleno del Ayuntamiento de Barcelona, el cual priva de libertad al empresario para dinamizar su negocio.

    El GHB ha puesto de manifiesto, en todo momento, el posicionamiento del sector al respeto. Ha planteado una firme defensa de la libertad empresarial que permita la dinamización económica del sector y de la propia ciudad, reclamando que se preserve la seguridad jurídica a la ciudad, para mantener la buena salud económica de Barcelona y que, asimismo, el gobierno Municipal haga cumplir la legalidad, preservando este principio democrático por ante otros criterios, indican en el comunicado.

    En este sentido, el GHB ha advertido reiteradamente que el PEUAT aprobado capitaliza el libre derecho de ejercer su actividad en los empresarios del ámbito del alojamiento turístico. Según la patronal, es una medida que presenta graves obstáculos para la unidad del mercado, empeorando el entorno favorable para la libre competencia y la inversión: criminalizando el sector hotelero en concreto y el turismo de la ciudad en general; obviando los beneficios que la actividad turística genera a su entorno; y dejando de lado los esfuerzos y el trabajo bien hecho llevado a cabo por el sector hotelero de la ciudad, que ha propiciado el logro de un turismo de gran calidad por la ciudad y un buen clima de coexistencia con el entorno vecinal.

    El Gremio de Hoteles ha manifestado que el PEUAT no es una herramienta para ordenar el turismo y no hace frente a la gestión que necesita la actividad turística en Barcelona. Esta medida no da soluciones a aquellos temas que tienen que ser corregidos en el entorno de la actividad turística, como por ejemplo los pisos turísticos ilegales, foco principal de la conflictividad con los vecinos. En este sentido, la entidad lamenta que se haya llegado a esta situación como consecuencia de una carencia de diálogo por parte del Ayuntamiento de Barcelona con el sector hotelero de la ciudad.

    El GHB recuerda que, de los casi 34,2 millones de turistas que visitan Barcelona al año, poco más de 9 millones pernoctan en un hotel de la ciudad. Además, 3,5 millones duermen en pisos turísticos ilegales y 4,5 millones lo hacen en pisos turísticos reglados. Por otro lado, el resto de visitantes que recibe la ciudad, de un total de 17,2 millones, 6 millones son catalanes que acuden en la ciudad para gestiones de su día a día como el trabajo, 2,7 millones son cruceristas y 8,5 son excursionistas, que pasan el día en la ciudad pero pernoctan fuera.