Destinos

Filipinas recibe un 15,6% más de turistas españoles

Filipinas estará presente en Fitur (stand 6C03) para dar a conocer las peculiaridades de cada una de sus tres regiones: Luzón, Visayas y Mindanao.

El país se está convirtiendo en uno de los destinos más de moda. Las cifras avalan esta tendencia: entre enero y noviembre de 2017, el número de turistas españoles se incrementó eun 15,6% respecto al mismo periodo de 2016, alcanzando los 33.096 viajeros

Gracias a sus aguas cristalinas Filipinas se ha convertido en el paraíso de los amantes del buceo. De hecho, ya son muchos los que la consideran la ‘capital del buceo’ asiática. Coloridos arrecifes de coral, tiburones ballenas, tortugas marinas, peces lobo, peces arrecife o peces rana son algunas de la infinidad de especies que encuentran aquí su hogar, además de numerosos pecios de la Segunda Guerra Mundial. Algunos de los sitios más conocidos son Honda Bay, Bohol, Panglao, Parrilacan, Cabilao Belicasag o Boracay, con más de 25 sitios de buceo.

Cualquier punto del país está a menos de dos horas de alguna playa paradisiaca de finísima arena blanca. De hecho, sus más de 15.500 kilómetros de costa hacen que Filipinas tenga una playa adaptada a las necesidades de cada viajero.

Los amantes del riesgo y la adrenalina encuentran en Filipinas su paraíso. Las islas albergan 37 volcanes, 18 de los cuales todavía están activos. Con apenas 240 kilómetros cuadrados de superficie, la minúscula isla de Camiguin, la segunda más pequeña tanto en área como en población del país, alberga siete volcanes. Esta área, que solo tiene 23 kilómetros en su punto más largo y poco más de 14 en su punto más ancho, es conocida como la isla ‘nacida del fuego’. Estos volcanes, fastuosos y de laderas empinadas, son un desafío para los excursionistas. De hecho, uno de ellos alcanza incluso un pico de más de 1.600 metros.

Gastronomía, una mezcla exótica de culturas
Su gastronomía posee ricas influencias de la cocina indígena, asiática e hispana; una mezcla de ingredientes, técnicas y sabores de lo más interesante que convierte al país en uno de los destinos culinarios más apetecibles del mundo. La comida filipina es resultado de la fusión entre el exquisito producto local y los cientos de hierbas y especias características del sudeste asiático, y de la sofisticación, el estilo y el gusto occidental. Estas combinaciones dan lugar a algunos de los platos más emblemáticos del país: inangag o arroz frito, un plato muy típico en el desayuno, y diferentes caldos y salsas con arroz. Otra de las comidas estrella de Filipinas es la paella, inspirada, cómo no, en la receta española, pero con un toque muy particular.

Museos, arquitectura, festivales culturales y artesanía
La oferta de turismo cultural de Filipinas destaca por su diversidad y originalidad. Descubre la artesanía local de Baguio y las técnicas de tejido y tallado de los habitantes de la cordillera (en el mercado del centro podrás ver a los talladores en plena acción); disfruta de las increíbles vistas de la selva del museo de Bencab y déjate sorprender con su gran exhibición de obras maestras etnográficas en forma de cucharas, pipas y cuencos junto con diversas pinturas y esculturas; haz un alto en el camino en la Basílica Minore de Nuestra Señora de Piat, un conocido lugar de peregrinación; y no vuelvas a casa sin visitar el tranquilo pueblo de Iguig y su particular inglesia, San Antonio de Galicia, la única de la provincia con contrafuertes tradicionales.

Naturaleza en estado puro y una fauna espectacular
Déjate hechizar por exuberantes campos verdes de arroz, ciudades modernas y con muchísimo ambiente, volcanes forjados a fuego lento, cuevas y asombrosos ríos subterráneos, una fauna espectacular, y lo más importante, gente amigable y divertida. Así es Filipinas. Descubre la fauna de Bohol (te encantará el tarsero filipino, un animal diminuto con unos ojos inmensos, que puede mover la cabeza hasta 180º); explora las famosas Chocoltae Hill, más de mil doscientas colinas perfectamente simétricas famosas por el tono marrón que adquieren sus laderas durante los meses de verano; o navega por los dominios del Parque Nacional del Río Subterráneo de Puerto Princesa, un área de impresionante belleza natural declarada por la Unesco Patrimonio Mundial de la Humanidad.