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    GEBTA España celebra la congelación de las tasas aeroportuarias

    Zona-Export-Total-Mercados-2011_2013GEBTA España, el principal referente de los viajes corporativos, celebra la anulación por el Gobierno del segundo incremento de tasas aeroportuarias para 2015 y reconoce los efectos positivos de su inaplicación. La medida, ampliamente reclamada por diversas organizaciones, básicamente en representación de compañías aéreas, por las propias aerolíneas, o por instituciones como la propia GEBTA, va a suponer la retirada del incremento del 4,5% inicialmente previsto para el próximo ejercicio, además de la prórroga de las bonificaciones actualmente en vigor. Si bien es cierto que la corrección por parte de AENA va a generar una pérdida de ingresos directos del incremento de tasas “retirado”, que desde Fomento se estima en 151 millones de euros (77 millones correspondientes a la congelación de tarifas y 74 a la prórroga de las bonificaciones), el impacto positivo de la medida es mucho mayor y compensa con creces. Para GEBTA España, esta decisión de Fomento va en la buena dirección y, además, es coherente con la política que ya lleva tiempo aplicando al transporte por ferrocarril o a los puertos, a quienes se rebajaron las tasas con el objetivo de mejorar su competitividad. No obstante, cabría esperar, para GEBTA España, que la Administración fuera capaz de mantener este tipo de políticas, tendentes a favorecer la actividad empresarial. Y es que cualquier decisión que afecte a los costes finales que van a tener que absorber las compañías aéreas, debería considerar y  calcular el impacto que genera en el sector exportador y por extensión en nuestra economía.

    Paracaídas exportador

    En apenas cinco años las exportaciones han incrementado el PIB en 10 puntos, y ya representan un tercio de su valor en España cuyo efecto paracaídas ha suavizado los efectos de la bajada de demanda interna, y ha permitido mantener puestos de trabajo que de otro modo podrían haber desaparecido. A la dinámica viajera de las grandes empresas -hasta hace poco prácticamente las únicas con negocio internacional relevante-  y a la diversificación de mercados, se han unido en los últimos años las pymes, de forma muy significativa. Es una tendencia apuntada en un estudio de GEBTA y Vueling en 2013 denominada la socialización del viaje de negocio y que los datos de ICEX confirman con el aumento de hasta 150.000 empresas de la base exportadora (más del 10% el último año). Además, diferentes estudios señalan que las empresas que salen al exterior crean más empleo estable y mejor cualificado (6,5 millones de empleos vinculados a la producción de bienes y servicios destinados a la exportación).

    Alertas y alarmas

    Según indica GEBTA España, un indicador claro del efecto de las tasas ha sido la reducción de operaciones y frecuencias por parte de diversas aerolíneas en el mercado español que, sumado a la evolución negativa del aeropuerto de Madrid-Barajas, hizo saltar todas las alarmas. No hay que olvidar que por lo general las compañías aéreas han tendido a absorber  una parte del sobrecoste del incremento de las tasas, por la propia presión del mercado y la competencia en buena parte de las rutas. Todo ello ha permitido diluir y rebajar los efectos del aumento del precio fundamentalmente en el largo radio, pero en mucha menor medida en el medio y corto radio, porque el precio medio es más económico y el peso relativo de la tasa es mucho mayor. Sin perjuicio de todo ello, es conveniente recordar que cuando hablamos de tasas vinculadas al transporte, solemos pensar que sus efectos se limitan a las compañías (aéreas) o al tráfico turístico, y tendemos a olvidar que una parte muy significativa de los desplazamientos los realizan las empresas. Ya en 2012, GEBTA alertó de los riesgos del incremento de las tasas aeroportuarias por el impacto que generaría en la capacidad de gasto en viajes de las empresas, porque venía a suponer un sobrecoste cercano al 1% sobre el total de la inversión anual en viajes de negocio que realizan las empresas españolas.
 En aquel entonces, se puso el supuesto de que si se consideraba que los incrementos aplicados desde mediados del 2012 suponen un aumento que se sitúa entre los  0,42 y 18,24 euros por segmento, estamos hablando de más de 700 euros al año de sobrecoste para un solo viajero tipo, que realice 20 vuelos Madrid-Barcelona al año, indica desde GEBTA.

    Lucro cesante

    Cualquier incremento en la partida que dedican las empresas a los viajes puede afectar a la intensidad de los desplazamientos que éstas realizan, porque sus presupuestos no son elásticos. Si el gasto unitario del viaje para las empresas aumenta, está claro que éstas podrán salir menos de lo previsto, y esta menor intensidad viajera de las empresas tiene lógicamente una traducción en una pérdida del volumen de exportaciones. En sólo año se habrían perdido más de 2.500 millones de  ingresos anuales en comercio exterior en España, por efecto del incremento de las tasas aeroportuarias. Los viajes de empresa son una palanca básica para la actividad comercial de las empresas y con ello de las exportaciones. El encarecimiento de la oferta aérea tiene incidencia en la movilidad de los viajeros de negocio tanto en España como hacia el entorno internacional.

    Dos motores

    Las exportaciones junto con el turismo receptivo constituyen actualmente los dos principales motores de la economía española, que en todo caso requieren de cuantos menos obstáculos sea posible para el óptimo desarrollo de la actividad. Desde el sector turístico se ha advertido también con insistencia, sobre el impacto que ejercía una política de incremento de costes operativos en el actual contexto económico, a la vista de las estrategias de contención y reducción de tasas que estaban aplicando destinos competidores de España en materia de turismo vacacional. En el caso de los viajes corporativos, además, se da la circunstancia de que las empresas españolas gozan actualmente de una importante ventaja competitiva respecto de sus colegas europeos, como es el hecho de que el precio medio de los vuelos de largo radio con origen España se ha abaratado. A las empresas españolas les cuesta menos viajar más lejos, que es donde está buena parte del negocio. Tal y como ha reconocido GEBTA España, «la decisión de Fomento va en la buena dirección y es de esperar que la Administración sea capaz de reforzar de cara al largo plazo este tipo de políticas, tendentes a favorecer la actividad empresarial. Evitemos poner trabas innecesarias a las empresas; las tasas aeroportuarias son, entre otras cosas, también tasas a la exportación».