Reuniones, traslados, hoteles, husos horarios cambiantes y, en medio de todo, notificaciones constantes. Los viajes corporativos han acelerado el ritmo este 2025 y, a pesar de lo positivo de este dato, con ellos también se arrastra un viejo conocido: la hiperconectividad.
Cada vez son más las voces dentro del mundo empresarial que alertan de los efectos negativos de no desconectar, incluso -o especialmente- durante los desplazamientos laborales. Un informe reciente de Infojobs revela que el 73 % de los trabajadores españoles admite no desconectarse completamente fuera del horario laboral, una cifra que ha crecido respecto al año anterior. La situación se agrava en contextos como los viajes de trabajo, donde el tiempo libre es escaso y la presión por estar siempre disponible se intensifica.
Afortunadamente, algunas empresas están comenzando a tomar medidas. Los nuevos enfoques de gestión del bienestar en movilidad incorporan no solo aspectos físicos –como alimentación, descanso, ergonomía, etc.–, sino también mentales y digitales. Y es aquí donde entran prácticas más sofisticadas que van mucho más allá del no mirar el móvil por la noche.
«Con un mercado laboral cada vez más competitivo y una plantilla que valora el equilibrio personal como nunca, las empresas que no aborden esta cuestión corren el riesgo de quedar rezagadas”, explica Luca Carlucci, CEO de BizAway. Y añade que «desconectar no es un lujo, es una necesidad real que, además, contribuye al valor que los empleados pueden aportar a las empresas».
Con el objetivo de fomentar viajes profesionales más saludables, los expertos de BizAway, la scale up de Business Travel, comparten cinco claves para mantener el equilibrio durante los desplazamientos laborales:
1-. Define límites claros y comunícalos: no se trata de estar desconectado, sino de conectarte mejor. Establece bloques horarios de alta disponibilidad según tu agenda y franja horaria local, y evita la multitarea constante. Así protegerás tu atención y reducirás el desgaste mental.
2-. Diseña microprotocolos de recuperación entre tramos de viaje: cada cambio de entorno (avión, taxi, hotel, reunión) impacta en tu sistema nervioso. Usa pequeñas rutinas de ajuste –como respiración controlada o una pausa sin estímulos– para facilitar la transición y mantener el rendimiento estable.
3-. Alinea tu descanso con tus picos circadianos: si tienes jet lag o cambios de zona horaria, adapta tu descanso al ritmo biológico real. Duerme en bloques compatibles con tu cronotipo, evita estimulantes desde media tarde y prioriza la calidad del sueño, no solo la cantidad.
4-. Gestiona tu energía como si fuera tu activo más escaso: aveces, menos, es más: organiza tu agenda en función de tus tramos de mayor claridad mental. Delega tareas mecánicas en horas de baja energía y protege los momentos clave del día para tomar decisiones o generar impacto.
5- Incluye pausas conscientes en tu itinerario profesional: incorporar momentos deliberados de pausa (no improvisados) mejora la memoria operativa y la capacidad de adaptación. Diez minutos diarios de mindfulness, journaling o exposición natural pueden marcar la diferencia en tu desempeño.
Más noticias relacionadas con BizAway aquí