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    Los hoteles de gama alta no perciben Airbnb como una amenaza

    Un estudio de la UOC ha analizado la percepción de los responsables de los hoteles de cuatro estrellas o más de Barcelona sobre el incremento de la oferta en las plataformas de alojamientos turísticos.

    Para la mayoría de gerentes y directores, esta mena de plataformas no es una competencia, sino que advierten que hay que adoptar medidas de regulación para el sector turístico.

    Se estima que en Barcelona hay más de 180 hoteles de alta gama y unos 19.000 anuncios que ofrecen alojamiento turístico en pisos y casas a través de estas plataformas.

    www.sxc.hu

    El aumento del turismo y la proliferación de plataformas de alojamiento vacacional de apartamentos, casas y viviendas ha permitido completar el panorama turístico, especialmente en los grandes destinos urbanos. La suma de estas circunstancias ha llegado a convertirse en un auténtico referente de gestión local en ciudades como Barcelona. Principalmente, por los conflictos que se pueden ocasionar con los vecinos de la ciudad y por la regulación de los diferentes tipos de equipamiento para turistas.

    Para conocer la percepción de esta situación, un equipo de investigadores de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ha entrevistado a gerentes y directores representativos de los hoteles de alta gama.

    «El estudio quiere saber, desde dentro y con una metodología cualitativa, qué opinión y posición tienen los hoteleros de Barcelona de categoría alta respecto a la competencia que los supera Airbnb», explica Francesc González Reverté, autor principal de este trabajo, investigador del grupo NOUTUR de la UOC y profesor de los Estudios de Economía y Empresa de esta universidad.

    Para elaborar el estudio, publicado en la revista científica internacional Tourism Geographies, los investigadores han analizado los argumentos, los discursos y las diferencias entre los diversos tipos de hoteles según su orientación de negocio a través de entrevistas a los responsables de estos alojamientos.

    «Los hoteleros de categoría alta no consideran a Airbnb como un competidor directo. No obstante, se detectan diversos matices en su discurso, que oscilan desde una posición de superioridad de producto hasta posiciones de mayor preocupación por los efectos de Airbnb sobre su actividad y por su carácter de trilero», destaca González.

    En concreto, los investigadores exponen que existe un discurso mayoritario sobre Airbnb que asegura que no es motivo de preocupación entre los hoteles de categoría alta; un discurso basado en la superioridad del producto hotelero en relación con el que ofrece Airbnb, pero también en el hecho de que los dos modelos responden a perfiles de demanda muy diferentes.

    Por otro lado, un segundo discurso de los responsables hoteleros afirma que Airbnb representa una preocupación, pero también una oportunidad para aprender e innovar a fin de ganar dinero. Por último, la tercera narrativa identifica a Airbnb como un competidor complementario y la visualiza como un aliado potencial con el que se pueden establecer nuestros modelos de negocio.

    Igualmente, los investigadores explican que la reacción de los hoteles de alta gama ante las plataformas como Airbnb ha sido más escéptica y reactiva que no proactiva, lo que revela una noción de cierta amenidad en su sector.

    «Algunos hoteleros perciben Airbnb como una amenaza que exige una respuesta proactiva y unificada de los hoteles, teniendo en cuenta el entorno urbano y el barrio en el que se encuentran», comenta González.

    «Para los hoteleros de categoría alta, las plataformas como Airbnb no implican un riesgo percibido; sin embargo, los hoteles de categoría baja y las pensiones sí que se han visto claramente perjudicados por Airbnb, según los últimos estudios», recuerda el investigador de la UOC.

    Según los datos de Turismo de Barcelona, en la capital catalana hay más de 850 hoteles, de los cuales 183 son considerados de alta gama, con cerca de 34.000 habitaciones. Por su parte, se calcula que actualmente se publican unos 19.000 anuncios de Airbnb en la capital catalana.

    Diversidad de percepciones sobre Airbnb en el sector hotelero

    Los investigadores han identificado varios matices en el discurso sobre Airbnb por parte de los hoteleros de gama alta. En general, las grandes cadenas tienden a ver Airbnb como un competidor inexistente que no afecta a su modelo de negocio. Las cadenas hoteleras vacacionales, en cambio, hacen hincapié en el hecho que Airbnb puede contribuir a transformar la oferta hotelera menos consolidada o rentable en apartamentos turísticos. A la vez, subrayan la competencia desleal que Airbnb comporta para los hoteles y la dificultad para competir con esta plataforma por este motivo. Finalmente, los hoteles urbanos y las pequeñas cadenas urbanas consideran Airbnb como un estímulo para la innovación y la mejora continua.

    También hay puntos de acuerdo absoluto. «En todos los casos, los hoteleros destacan especialmente el carácter agresivo de Airbnb como componente urbano, dado que da pie a alimentar procesos de gentrificación y la turistificació de los barrios más populares, por lo cual es un elemento de distorsión urbana que suscita descontento y tensiones entre los miembros de la comunidad local», advierte el investigador.

    Este tipo de trabajos, en los que se analiza la narrativa, los argumentos y las percepciones de los agentes implicados, son muy útiles para identificar el posicionamiento de los actores turísticos, pero también sus paradojas. «En el caso de los hoteleros de categoría alta, llama la atención que determinados elementos de su discurso sobre plataformas como Airbnb coinciden con los argumentos empleados por los movimientos sociales que protestan ante este tipo de turismo. Es decir, los dos colectivos perciben Airbnb como una actividad que origina externalidades urbanas y que, por lo tanto, tiene que ser limitada y regulada con rigor, pero lo hacen con unos objetivos y una mirada estratégica diferentes», añade el profesor.

    A pesar de que actualmente este tipo de plataformas están reguladas en Barcelona, varios colectivos vecinales y organizaciones sociales afirman que hay que emplear métodos de seguimiento y censo del alquiler de apartamentos y de su evolución temporal, así como limitar la concentración de apartamentos de alquiler en determinadas áreas, establecer tasas de uso turístico a los usuarios y propietarios, o distinguir entre pisos comerciales y de intercambio.

    «Eso sí, estas medidas no se prevén para dar respuesta a las necesidades de los hoteles, sino para reducir los impactos urbanos de Airbnb, sobre todo en la lucha contra la deslocalización residencial a causa del aumento de precio y la escasez de vivienda; con todo, el sector hotelero se puede ver indirectamente beneficiado por las medidas de regulación del competidor», concluye González.

    Este estudio forma parte de un proyecto de investigación más amplio sobre los efectos de la economía colaborativa en turismo denominado Economía colaborativa y espacios turísticos: contribuciones, transformaciones y retos, financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades a través del programa Retos de la Sociedad.

    Esta investigación de la UOC favorece los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) 11, ciudades y comunidades sostenibles, y 12, producción y consumo responsables.

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