Consulte nuestras revistas Online

  • REVISTA GRAN HOTEL PREMIOS ROCA
  • Destinos

    Madrid crea una ruta de la Guerra Civil por la Sierra de Guadarrama

    Ruta de la Guerra CivilLa viceconsejera de Turismo y Cultura, Carmen González, presentó hoy en el municipio de Paredes de Buitrago la Ruta de la Guerra Civil o Frente del Agua, un recorrido histórico, cultural y medioambiental en el Valle Bajo del Lozoya, donde se conservan 25 construcciones militares de ambos bandos de la contienda.

    La Comunidad de Madrid ha querido poner en valor este patrimonio arqueológico, que forma parte de la historia de España, y ha recuperado, documentado y señalizado estos hitos, enclavados en un paraje de alto valor medioambiental, en la Sierra de Guadarrama, creando una ruta cultural y natural.

    Acompañada por buena parte de los alcaldes de la zona, González recorrió varias de estas 25 construcciones de muy diferentes tipologías que los dos bandos de la Guerra Civil construyeron con un propósito: dominar el agua que abastecía a Madrid, para así hacerse con el control de la capital.

    Este hecho, trascendente para el desarrollo de la guerra, hizo que ambos frentes realizasen importantes trabajos de fortificación que les permitiera controlar este recurso natural, construyendo en esta área geográfica una línea defensiva-ofensiva muy extensa.

    Vestigios de enorme valor

    Durante los años que duró la contienda este frente estuvo activo y conserva todavía una variada tipología de construcciones: observatorios blindados, fortines tipo blockhaus y cruciformes, paramentos y nidos de ametralladoras, miradores fortificados y trincheras. Son, según explicó González, vestigios de gran importancia tanto para el conocimiento de las edificaciones militares y estrategias de asedio y defensa como del desarrollo histórico de la batalla, por lo que la Consejería de Empleo, Turismo y Cultura ha incluido la ruta en el Plan de Yacimientos Visitables de la Comunidad de Madrid.

    La viceconsejera explicó, asimismo, que se han invertido 62.000 euros en la recuperación y rehabilitación de los fortines, así como en la señalización de la ruta. Se colocarán, en total, 32 señales informativas e indicativas, que partiendo de Paredes de Buitrago, permitirán a los visitantes seguir el camino circular y conocer cada uno de los hitos del recorrido, que discurre por un bello bosque de la Sierra, que cubre lo que durante la Guerra Civil no era más que una colina, conocida como Cerro Pelado.

    En la segunda fase del proyecto, que se está realizando en este 2014, se creará una aplicación para teléfonos móviles que facilitará la orientación a los visitantes e incrementará la información de las señalizaciones.

    Con esta iniciativa, señaló González, se pretende fomentar el turismo de calidad vinculado al disfrute de los valores históricos, patrimoniales y paisajísticos de Puentes Viejas, en los que se han integrado estos vestigios militares, de manera que se pueda ofrecer un patrimonio variado y abierto a multitud de actividades. De hecho la ruta de la Guerra Civil se integra en un conjunto de recorridos existentes en la zona –El Pinar de Casasola; El Picazuelo; Senda del Embalse de El Villar; o el Camino de los Descansaderos–, añadiendo elementos históricos y culturales a los valores medioambientales, lúdicos y paisajísticos de este lugar.

    La batalla del agua

    Una manera práctica de obligar a una gran ciudad a que se rinda es cortarle el suministro de agua. Eso mismo es lo que pretendieron los soldados de Franco durante la Guerra Civil, que trataron de conquistar el pantano de Puentes Viejas, al norte de la capital de España. Pero las milicias republicanas se lo impidieron tras un largo y sangriento combate. De camino al pantano había una colina llamada Cerro Pelado, entre los pueblos de Paredes de Buitrago y Prádena del Rincón.

    Los combates por esta colina fueron intensos. Los republicanos sabían que si sus enemigos la tomaban ya estarían casi en el pantano, por eso ofrecieron una resistencia numantina. Y tuvieron éxito.

    Los franquistas no lograron conquistar el Cerro Pelado, que quedó dividido exactamente por la mitad entre los dos bandos: la cara sur, ocupada por los republicanos, y llamada “Loma Quemada” y la cara norte tomada por el ejército de Franco, conocida como “Loma Verde”. Ambos lados se fortificaron y no trataron de conquistar la zona opuesta durante el resto de la guerra. El Cerro Pelado y todo el sector de Somosierra se convirtió en lo que se llamaría un “frente dormido” hasta el fin del conflicto en 1939.

    Precisamente destaca el puesto de mando franquista en la “Loma Verde”; un búnker en perfecto estado, en el que todavía se puede leer sin ninguna dificultad el nombre de la unidad que sostenía el frente en aquel sector: “Las 7ª y 8ª Centurias de Ametralladoras de Falange”. También en la zona republicana se pueden contemplar fortines y nidos de ametralladora en admirable estado de conservación.

    Plan de yacimientos visitables

    Los yacimientos visitables incluidos hasta ahora en el Plan están distribuidos por toda la región y dan una amplia visión de la Historia de Madrid: desde los restos de animales de hace 14 millones de años que pueden visitarse en la estación de Metro Carpetana, hasta la Calzada romana de Galapagar, pasando por el hábitat carpetano de Miralrío (Rivas-Vaciamadrid), o el castillo medieval de Arroyomolinos.