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Reabre el hotel Cap Rocat en Mallorca

Declarado Bien de Interés Cultural y catalogado como Monumento Nacional, el hotel se sitúa a tan solo diez minutos del centro de Palma, la capital de Mallorca, y está rodeado de un Área Natural de Especial Interés.

Entre los acantilados de la Bahía de Palma y bañado por las aguas del Mediterráneo, se encuentra Cap Rocat, que ha comenzado esta semana su nueva temporada.

Con el encanto único de una zona declarada Área Natural de Especial Interés, el hotel se alza entre los muros de la antigua fortaleza de Cap Enderrocat, convertida hoy en día en un complejo arquitectónico. Cap Rocat configura un idilio mediterráneo de cinco estrellas GL donde poder encontrar un remanso de tranquilidad a tan solo diez minutos de la capital de Mallorca, Palma.

Pocas localizaciones de la isla tienen las características de Cap Rocat. El hotel se encuentra ubicado en una antigua fortaleza militar de uso defensivo excavada en sus entrañas de piedra arenisca que nunca llegó a desempeñar dicha función. Se integra con la reserva natural de 30 hectáreas que le rodea y está delimitado por 2 km de costa protegida. Por sus características, ha sido declarado Bien de Interés Cultural y catalogado como Monumento Nacional.

La renovación y adaptación de Cap Rocat fue un proyecto llevado a cabo por el estudio de Antonio Obrador, cuyo principal objetivo en todo momento fue preservar la singularidad arquitectónica, así como el entorno natural del antiguo complejo. Este proyecto ha sido ampliamente reconocido por los principales organismos nacionales e internacionales dedicados a la conservación y restauración del patrimonio. En 2017, la rehabilitación de la fortaleza recibió el prestigioso Premio Unión Europea de Patrimonio Cultural/Europa Nostra. Al año siguiente, en 2018, fue galardonado por Hispania Nostra por su destacada labor en restauración y renovación. Además, en 2016, el Fortress Study Group, sociedad afiliada al Pembroke College de Oxford, premió la admirable reconversión de la fortaleza en un hotel.

El entorno en el que se encuentra el hotel es una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), lo que permite disfrutar de un espectáculo del vuelo de multitud de especies sobre el cielo. Las aguas cristalinas que rodean el hotel son conocidas por sus praderas de posidonia y su riqueza en biodiversidad. Estar en Cap Rocat es estar rodeado de la más pura naturaleza.

Cada espacio rinde homenaje a la riqueza de Mallorca, convirtiéndose en una referencia en turismo sostenible e implantando políticas medioambientales como uno de los grandes pilares en la filosofía de Cap Rocat.

El hotel dispone de 30 habitaciones donde reinan la tranquilidad y la máxima privacidad. Entre ellas destacan las Suites del Mar, unas casitas de estilo mediterráneo rodeadas de jardines privados con una alberca desbordante donde disfrutar de desayunos, almuerzos y cenas al aire libre. Sus reconocidas habitaciones Centinela, esculpidas en la roca y situadas en los antiguos puntos de defensa donde solían esconderse los cañones de la fortaleza, se distinguen por ofrecer espectaculares vistas desde sus terrazas privadas al borde del acantilado, asegurando una intimidad sin igual y convirtiendo cada estancia en una experiencia única.

El spa ocupa el espacio que antiguamente se destinaba a la zona de aguas de la fortaleza. Cavado en las profundidades de la roca, este espacio sumergido a una profundidad de 12 metros invita a los huéspedes del hotel a vivir experiencias sensoriales y extraordinarias, iluminadas por los rayos de luz natural que atraviesan su amplio techo de cristal. Además de su impresionante área de aguas, con una espectacular piscina de agua salada, cuenta con un hermoso salón de té, una relajante zona de hammam y una gran variedad de tratamientos con los que embarcar en un viaje a través de los sentidos.

La gastronomía es otro de los atractivos de Cap Rocat, con dos restaurantes dirigidos por el renombrado chef Víctor García. La Fortaleza, con un galardonado concepto culinario, donde la gastronomía se envuelve en su máxima sofisticación, cuenta con Dos Soles Repsol y mención en la Guía Michelin. De sus cocinas parten elaboraciones fine dining basadas en la cocina mediterránea y el amor por el producto local que reinterpreta la gastronomía mallorquina. Y el Sea Club, para aquellos que quieran disfrutar de un ambiente más distendido y relajado, ofrece un sinfín de platos basados en recetas frescas y mediterráneas, donde el producto toma especial protagonismo, que acompañan el carácter del emplazamiento.

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