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  • Gastronomía

    The Greenhouse reabre como comedor de mercado en el Hotel Pulitzer Barcelona

    El restaurante de la planta baja del hotel presenta su nueva propuesta de cocina de mercado con productos de proximidad.

    En las tripas de la planta baja del Hotel Pulitzer de Barcelona, ajeno al ajetreo del centro de la ciudad, reabre sus puertas The Greenhouse, un oasis verde en pleno corazón de la frenética Ciudad Condal.

    Esta reapertura coincide con la presentación de su nueva propuesta gastronómica en formato de cantina, centrada en productos de mercado y proximidad. Además de los nuevos platos de la carta, que varían según temporada, hay una opción de menú de mediodía de lunes a viernes, donde se puede escoger una fórmula de dentro de la carta, que no dejará indiferente y que es ideal para llevar una dieta equilibrada y sana, sin preocuparse de cocinar en casa.

    Su nueva carta es una selección de platos de cantina de mercado, donde habrá desde la presencia del granero hasta pescados de lonja. ¿El denominador común? Un producto fresco y de primera calidad que garantiza el sabor auténtico de los ingredientes, en cada uno de los bocados. El menú empieza con algunos clásicos; ‘desde la barra’, que incluyen apetitosos entrantes como sus cremosas croquetas de gamba roja con su propio tartar, el mejillón en escabeche cien por cien casero, las anchoas 00 sobre brioche y mantequilla al estilo Rooftop Smokehouse, o la tortilla de patatas con cebolla de Figueres cocinada al momento y al gusto del comensal. Los amantes de lo saludable podrán gozar de los platos ‘de la huerta’ a la mesa, con deliciosas opciones de verduras de temporada como la calabaza asada acompañada de quinoa, kale y yogur especiado; la berenjena en curry verde, tahini y miel; la alcachofa confitada con jamón ibérico y veluté de foie; o las setas de temporada con huevo y papada ibérica.

    En The Greenhouse también hay espacio para los pescados de lonja, que permiten servir platos como sus sabrosos calamarcitos, que vienen con cebolla en su jugo o en guiso de mongetes; el rape en suquet con gambas de la costa; o la lubina a la brasa con pil-pil de sus espinas. Sin embargo, los más carnívoros disfrutarán del steak tartar de vaca con encurtidos y tostaditas; las albóndigas de fricandó de ternera con patatas; o los tradicionales canelones de pollo con bechamel y el jugo de su propio asado, que ya son un clásico de la casa. Su carta tampoco descuida las bondades ‘del granero’ con platos como la pasta gratinada con butifarra y un fundido queso Comté, o el arroz meloso de mar y montaña, ambas opciones para chuparse los dedos.

    Su sección de postres presume de contar con delicias como una tarta de queso azul de estilo vasco, la torrija con helado de turrón y pecán, o el chocolate con caramelo salado en cocotte. Un perfecto punto final a una comida saludable en un espacio que invita a la desconexión.

    La bodega de The Greenhouse ofrece una amplia carta en continua evolución, con una gran variedad de estilos. En ella se encuentran tanto vinos convencionales y fieles a defender el savoir faire del paso de los años, como otras propuestas más desconocidas pero aún así protagonistas dada a su mínima intervención, directas del pequeño viticultor a la mesa.

    El menú de mediodía, fiel aliado de The Greenhouse

    Su fórmula de menú de mediodía es, tal y como manda el histórico de The Greenhouse, la estrella de la casa, aunque con la reapertura se ha reformulado y mejorado. La abundancia de opciones la convierten esta fórmula como ganadora de la zona. Este novísimo menú de mediodía se construye un traje a medida escogiendo un plato de la carta ‘de la huerta’ o una crema de temporada; otro segundo de ‘el granero’, ‘la lonja’ o ‘la carnicería’; y finalmente un postre. Esta fórmula incluye también pan, agua y un café o té, y está disponible de lunes a viernes por 24,90€.

    The Greenhouse se presenta como un agradable espacio en forma invernadero situado en pleno centro de la ciudad, un lugar muy luminoso decorado con plantas de todo tipo, que además alberga un pequeño pero acogedor jardín exterior donde también se puede comer si las temperaturas lo permiten. Así pues, este restaurante se convierte en un lugar ideal en el que escapar del bullicio de la ciudad para poder deleitarse de una nueva propuesta gastronómica que se suma al aclamado estilo de consumo sostenible y de calidad.

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