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Firma del acuerdo entre Isabel Borrego, secretaria de Estado de Turismo, y Diego Ortega Abengózar, presidente de ACEVIN.
La secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego, y el presidente de la Asociación Española de las Pequeñas y Medianas Ciudades Vitivinícolas (ACEVIN), Diego Ortega Abengózar, han firmado hoy el nuevo convenio de colaboración entre ambas instituciones que servirá, entre otras cosas, para ampliar el Club de Producto Turístico a cinco nuevos destinos: Campo de Cariñena, Rueda, Txacolí de Álava, Yecla y Ronda. Las actuaciones a desarrollar en estos destinos serán las de asistencia, apoyo y asesoramiento necesarios para la creación y certificación de las rutas.
Otro de los objetivos de este acuerdo es continuar con la colaboración y trabajos que vienen desarrollando la Secretaría de Estado de Turismo y ACEVIN en la promoción de las ciudades socias, así como en la difusión, adecuación y gestión de los sistemas, procedimientos y procesos en el ámbito de la calidad del sector turístico.
El plazo para la ejecución de las actuaciones será el de un año natural, contado a partir del día siguiente a la firma del convenio, y la subvención asciende a 50.000 euros.
España cuenta con un rico patrimonio cultural, natural y enogastronómico que constituye una importante oferta turística diferenciadora y es la base para una diversificación territorial y de mercados. De ahí que este acuerdo se enmarque dentro de una de las medidas del Plan Nacional e Integral de Turismo como es poner en valor el patrimonio enogastronómico del país y convertirlo en un factor de competitividad.
De hecho, la gastronomía es la motivación de al menos el 10% de los turistas internacionales que nos visitan, elevándose hasta el 30% en el caso de algunas regiones del país.
ACECIN es una asociación representativa de las ciudades vinícolas con presencia asociativa en gran parte del territorio español y tiene, entre ofros fines, promover y colaborar en las acciones concretas –como la turística– que tengan por finalidad el desarrollo y la diversificación económica de las comunidades de los socios. Asimismo, facilita desde las instituciones y administraciones públicas, desde la local a la europea, las adaptaciones e iniciativas que sean necesarias para incrementar la competitividad de la industria vinícola, y, en cualquier caso, mantener y elevar el bienestar económico y social de las ciudades miembros.
