El turismo deportivo supone el 32% de la industria turística global, según los datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT). Además, solo en España, más de 3 millones de turistas que llegan a nuestro país asisten a algún espectáculo deportivo y para más de 2,4 millones el deporte es la motivación principal del viaje. Los turistas españoles que viajan por una motivación deportiva gastan 230 euros por persona y viaje, sumando 532 millones de euros. Por su parte, los extranjeros que realizan actividades deportivas tienen un gasto de 1.075 euros por persona y viaje, lo que significa unos 9,7 millones de euros.
Actividades como el running, el ciclismo o el senderismo, a las que se suma ya la tradicional oferta de golf, están provocando el auge del turismo deportivo. España lleva años promocionando distintas actividades para potenciar el turismo fuera de temporada, como las visitas culturales, las compras o la gastronomía. El deporte es otro de estos segmentos que está teniendo bastante éxito, que permite diversificar la oferta y reducir la estacionalidad asociada al turismo de sol y playa. Como indica Jessica Rodríguez, del Departamento Comercial del Hotel Mónica de Cambrils (Tarragona), “el turismo y el deporte cada vez tienen una relación más estrecha. El poder viajar a cualquier parte de mundo de una forma relativamente sencilla hace que los amantes del deporte quieran ampliar la experiencia proporcionada por el deporte en sí mismo viajando más allá de sus lugares de residencia”. Para Luis Poch, director general de Bikefriendly, sello de calidad pionero en España que certifica alojamientos turísticos para ciclistas y empresas amigas de la bici, “existe una relación muy importante y, según todos los datos, es una relación creciente. El turismo deportivo supone entre un 12 y un 16% del sector en la mayoría de los países. Y en sus principales segmentos (acontecimientos deportivos, práctica deportiva, etc.) supera la media de consumo del turismo general”.
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