Cruceros

Arranca la temporada de cruceros en la Costa Brava

La actividad de cruceros en los puertos gestionados por la Generalitat de Cataluña se ha convertido en un segmento importante para ayudar a impulsar el sector turístico, dinamizar la economía del territorio y posicionar la costa catalana en todo el mundo.

Por primera vez, el puerto de Roses da el pistoletazo de salida a la temporada de cruceros de la Costa Brava. Se trata de un año en el que el municipio espera el amarre de seis barcos, lo que generará un repunte de turistas y su actividad se extenderá hasta el próximo 18 de octubre. De acuerdo a los datos facilitados por el consistorio rosense, la llegada de turistas procedentes, en su mayoría, de Francia, Alemania, Bélgica, Gran Bretaña, Austria, Finlandia, Estados Unidos y Suiza, supondrá un aumento de viajeros en un 25% respecto a 2015.

En el caso del puerto de Roses, el conseller de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull, la ha definido en el acto de presentación como un «modelo de éxito», dado que entre sus innumerables recursos turísticos que atraen a miles de viajeros cada año se encuentran dos parques naturales y la puerta de entrada al Museo Dalí.

Sin duda, Roses se ha posicionado como un puerto que recibe compañías navieras de lujo que escogen sus aguas para fondear en un espacio singular como es su bahía en un momento en el que el segmento crucerístico goza de muy buena salud. Este destino se complementa, además, con el puerto de Palamós que, junto con esta villa costera, cerraron su temporada de cruceros de 2015 con 43.100 pasajeros y un impacto económico de 3 millones de euros.

Gracias a la cercanía que experimenta Roses con Figueres, Peralada y Girona, el 14% de los turistas realiza una visita a los atractivos turísticos de estos municipios, entre los que se encuentran La Rambla, el Castillo y Museo de Peralada, el claustro de Sant Domènec o la Iglesia de Santa Eulalia.

Además, el 86% opta por quedarse en el municipio para visitar el Castillo de la Trinidad, las rutas verdes que recorren el Cap de Creus, la Bahía de Roses o el Camino de Ronda, así como las playas del Bonifaci, Cala Calís, Montjoi, La Pelosa o Rustella, los cinco vértices turísticos que estructuran Roses y que, por su belleza natural y salvaje, han atraído a estos viajeros.

Rull ha recalcado que el sector de los cruceros genera una importante actividad económica. En este sentido, afirma que “tenemos un patrimonio en el país que queremos poner en valor y esta es la razón por la que para el Gobierno de Cataluña es absolutamente prioritario fomentar este tipo de actividades».

El acto también ha contado con la alcaldesa de Roses, Montse Mindan, el presidente de la Cámara de Comercio de Girona, Domènec Espadalé, y el director general de Transportes y Movilidad, Pere Padrosa.

El puerto de Roses y su destino turístico se promueven en el mercado de cruceros internacional bajo la marca Costa Brava Cruise Ports y arrancan una quinta temporada valorada como «estable».