Los turistas extracomunitarios, especialmente los de nacionalidad china, son objeto de deseo para la industria del sector del lujo porque son los que más gastan durante su estancia. De hecho, los visitantes chinos se dejaron en Madrid un 30% más en el último año, con un ticket medio de compra de casi 1.400 euros, según Global Blue, consultora de turismo y primer operador internacional de tax free con más de 35 millones de devoluciones de IVA al año.
Sin embargo, por cada euro que invierte en Madrid el turista de fuera de la UE –el que pide la devolución del IVA de sus compras, más conocido como tax free–, se deja 2,2 euros en Munich, 3,5 en Milán y hasta 9,5 euros en Londres o París, lo que pone de manifiesto que la capital española tiene todavía mucho camino por recorrer hasta convertirse en un destino realmente atractivo para el turismo de compras.
Para Global Blue, que participará en la cumbre internacional sobre turismo de compras Shopping Tourism & Economy Summit que se celebrará en Madrid el próximo mes de octubre, las razones de esta desventaja se encuentran en una serie de asignaturas pendientes que España todavía tiene que aprobar para situarse al nivel de otras capitales de Europa y poner en valor su oferta turística, más allá del sobreexplotado modelo de sol y playa que atrae turismo de volumen pero no de calidad.
Más conexiones aéreas con Asia
De hecho, la mera puesta en marcha de una sola línea aérea entre una ciudad como Madrid y otra extracomunitaria supondría una inyección de alrededor de 70 millones de euros al PIB y 370 empleos para la capital. Este impacto económico respondería al aumento en 25.000 compras en nuestros comercios, tantas como visitantes ávidos de shopping trae anualmente de media una línea aérea.
Según el country manager de Global Blue en España, Luis Llorca, «el turismo de shopping es un motor de crecimiento de la economía de un país, siempre y cuando nos dirijamos al visitante adecuado. Por eso, es muy importante facilitar las conexiones aéreas, así como reorientar los mensajes y ofrecer a estos turistas una experiencia de compra de bienes de lujo que satisfaga sus expectativas. Tenemos constancia que muchos chinos cuando viajan al extranjero regresan frustrados por haberse gastado menos de lo planeado, ¿podemos dejar escapar esta oportunidad?…».
Facilitar la emisión de visados
Las facilidades para atraer, especialmente visitantes chinos, también están relacionadas con la documentación exigida para entrar en España. Una política de visados múltiples para cruzar las fronteras españolas, tal como se hizo hace años con Rusia, facilitaría la entrada de turistas procedentes de este país oriental. Por el contrario, la entrada en vigor prevista para el próximo mes de octubre de los visados biométricos representará un obstáculo adicional para la entrada de chinos al Viejo Continente.
Digitalizar el proceso de validación del tax free
Antes de salir de España, el turista extracomunitario debe sellar en la aduana los cheques de tax free para que le devuelvan el IVA de sus compras. Si se digitalizara el proceso, como ocurre en otros países de Europa, esta herramienta de promoción del turismo de compras se volvería más eficaz porque proporcionaría una experiencia mucho más satisfactoria al visitante, no sólo por no tener que usar papeles sino por agilizar el pago de la devolución del impuesto.
Paquetes turísticos a la medida
Asimismo, las políticas de promoción de España en destinos extracomunitarios deben intensificarse y tener en cuenta además las preferencias de estos visitantes, a los que erróneamente se suelen trasladar los mismos mensajes que a los turistas comunitarios. Según Luis Llorca, «tal vez al viajero europeo podamos captarle con nuestro Museo del Prado y jamón serrano, pero no a un turista chino, a quien hay que diseñar paquetes turísticos customizados que incluyan lo que realmente quieren, que además de ir de compras puede ser ver al Real Madrid en el Bernabéu».
Adaptarse a los códigos culturales
Para Global Blue, hay otros deberes pendientes por parte de las Administraciones Públicas y el sector privado, como adaptarse a los códigos culturales de las nacionalidades que entran a comprar en las tiendas. Los compradores chinos quieren que el personal se dirija a ellos en su idioma y que les ofrezca un trato personalizado de acuerdo a las más tradicionales normas de cortesía asiáticas.
Mayor oferta hotelera de lujo
Otro “debe” en el caso español es la escasa oferta de hoteles de gran lujo, más extendidos precisamente en países asiáticos y un reclamo para este turismo que nada tiene que ver con el low cost, sino con el de más alto nivel, algo lógico teniendo en cuenta los costes de los pasajes y la larga duración de las estancias.