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    España solo recibe al 15% de viajeros chinos de alto poder adquisitivo que visitan Europa

    Foto cedida por Global Blue

    Cuando viajan a Europa, los viajeros chinos de alto poder adquisitivo tienen en mente Francia o Italia antes que España. De hecho, el mercado nacional recibe solo un 15% de estos turistas, lo que nos sitúa lejos del 45% que capta el mercado galo o del 39% del italiano, según datos de Global Blue, primer operador internacional de tax free.

    Estos datos, hechos públicos con motivo del Summit Shopping Tourism & Economy que arranca hoy en Madrid, ponen de manifiesto que, aunque España haya multiplicado por seis los ingresos por compras de turistas chinos en los últimos cinco años, todavía tiene un largo camino por recorrer hasta consolidarse como destino tanto entre la élite de mayor gasto como entre el conjunto de viajeros frecuentes, a los que incluso nos cuesta más captar.

    Según las cifras de Global Blue, esta minoría (élite + frecuente) representa el 31,5% de los ingresos por compras que España recibe de los turistas chinos, de ahí la importancia de seducir a este perfil de viajero recurrente para conseguir una actividad turística inyectiva, capaz de generar el rédito suficiente en términos de empleo, riqueza y uso de los recursos disponibles.

    En este sentido, la oferta española no tiene nada que envidiar a la de sus competidores. Prueba de ello es que, aunque nuestro país registra apenas la mitad de viajeros chinos recurrentes que Francia o Italia, su gasto promedio en compras durante el viaje es prácticamente equivalente al que realizan en los mercados vecinos.

    Según el director general de Global Blue España, Luis Llorca, “nuestra oferta como destino es lo suficientemente potente: no nos faltan marcas internacionales, infraestructuras, seguridad… y la muestra de que no tenemos nada que envidiar en ese sentido a nuestros competidores es que, aunque vienen pocos chinos recurrentes, cuando vienen gastan prácticamente lo mismo”.

    Un presupuesto de más de 2.500 euros solo para compras
    Concretamente, cuando viaja a España, un turista chino destina un promedio de 2.529 euros de su presupuesto únicamente a las compras, lo que supone no sólo doblar la media que los extracomunitarios dedican a ir de shopping cuando vienen (unos 1.183 euros), sino también duplicar los 1.100 euros que destina un europeo para cubrir toda su estancia.

    En este contexto, se hace necesario consolidar España como destino de shopping para este turista, máxime cuando el crecimiento de la clase media china hará que las llegadas de estos viajeros a Europa crezcan de forma sostenida alrededor de un 8% en los próximos cinco años.

    Más de dos de cada diez, ya es millennial
    Para Global Blue, esto significa un mayor volumen de viajeros chinos y además con un perfil cada vez más joven y digital a los que será preciso atraer. En la actualidad, si bien el grueso de los viajeros chinos frecuentes que llegan a España tiene entre 31 y 40 años, más de dos de cada diez ya es millennial.

    Para LLorca, “la tendencia de los viajeros chinos a convertirse en recurrente es mucho mayor que en el resto de nacionalidades, así que si captamos a los más jóvenes, nos aseguramos de que van a volver, teniendo en cuenta que tienen la vida por delante”.

    En este sentido, si España fuera capaz de atraer un millón más de chinos de los que actualmente nos visitan, los ingresos por compras de turistas de fuera de la UE se incrementarían en 2.500 millones de euros anuales; un objetivo que pasa por aumentar inversión y recursos para mejorar la promoción en origen, directamente en el mercado chino.

    Ponérselo igual de fácil que los destinos competidores
    Ponérselo al menos igual de fácil que los destinos competidores es otra de las claves para atraer al turista chino hasta España. En este sentido, mejorar los trámites de obtención de visados para no estar en desventaja con los otros mercados se convierte en un reto fundamental.

    También sigue siendo necesario mejorar la conectividad aérea, puesto que los efectos de las aperturas de líneas directas con Asia que se llevaron a cabo años atrás ya se han diluido, lo que exige poner en marcha nuevas soluciones para facilitarles la llegada.

    Sin embargo, el trabajo no termina cuando aterrizan, sino que es necesario también mejorar su experiencia de compra una vez que están aquí. En palabras de Llorca, “el viajero es internacional y por tanto compara. Hay que trabajar la experiencia porque de la comparación surgirá su preferencia de destino en su siguiente viaje y además influirá en las decisiones de su entorno”.